Tirando piedras contra su propio tejado que es el de todos

Tirando piedras contra su propio tejado que es el de todos

No pierden la menor oportunidad para seguir arañando la posibilidad de efectuar transformaciones reales y positivas en Tabasco. Con razón, o la mayoría de las veces sin ella, se agarran al menor detalle para desarrollar todo tipo de teorías conspiratorias y catastróficas en contra de las decisiones y acuerdos que haya puesto sobre la mesa el titular del ejecutivo choco, Adán Augusto López Hernández. Envuelven sus argumentos en un falso entusiasmo porque las medidas destinadas a encauzar nuestro camino hacia el desarrollo y la modernidad, sean con el respeto a la legalidad y a la democracia pero se les adivina una sonrisa de satisfacción mal encubierta cuando algo sale mal. Así no vamos a ningún lado. Lo más importante ahora, en estos tiempos históricos y políticos en los que nos encontramos en Tabasco es dejar de tirarnos los trastos a la cabeza porque no nos hace bien a ninguno. Viene esto a cuento por varios ejemplos de lo anterior que nos hemos encontrado apenas hace dos días en el estado: La puesta en marcha del proyecto de la Refinería de Dos Bocas y el atrasado convenio con la CFE, para terminar de una vez por todas con el “Borrón y Cuenta Nueva”. La Refinería, le pese a quien le pese, va a revolucionar nuestra economía y va dando sus pasos con toda la legalidad. Si se ha presentado el estudio de Impacto Ambiental de dragado del puerto de Dos Bocas es porque eso es lo que se va a comenzar a hacer y cuando den inicio otros trabajos en tierra no les quepa la menor duda de que se presentarán todos los permisos legales que correspondan y basados en estudios correcta y profesionalmente realizados independientemente de que haya un trasfondo evidentemente político en la construcción de una Refinería que no hay que olvidar tiene de fondo el Plan Energético Nacional y por tanto es una Razón de Estado que como tal debe de ser tratada. Las formulas administrativas serán respetadas en su totalidad y tenemos la palabra empeñada del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y del Gobernador Adán Augusto. No tiene el menor caso ni nadie gana nada con golpear una y otra vez los proyectos que nos van a llevar al futuro y al bienestar que tanto llevamos buscando durante décadas. Respecto al convenio con la CFE es necesario aceptar que un acuerdo de esta naturaleza, en el que se “perdonan” 11 mil millones de pesos de adeudos, por más justo que fuera, hay que entender que no ha sido fácil de alcanzar y por lo tanto tampoco hay que rasgarse las vestiduras ni dudar de las intenciones de las partes porque se retrase una semana por algunos problemas operativos de la paraestatal. No tiremos piedras sobre nuestro propio tejado porque luego nos quejaremos de las goteras. El propósito de estas y otras medidas es de buena fe y nuestra obligación como tabasqueños es respaldarlos aunque nos encontremos piedras en el camino. La cuestión es que todos los días vemos como nuestro gobernador aterriza inversiones y estudia nuevos proyectos que si fructifican en su totalidad, o en tan solo una parte, lo que hacen es colocarnos en una senda dinámica desconocida hasta ahora. Los que pretenden hacerle la vida complicada al mandatario solo buscan que alguien los voltee a ver para popularizar a sus propias personas y no se adivina por ningún lado que detrás de sus diatribas se encuentre la búsqueda del bien común.