Un grano de arena (o ¡amen!)

Leía hace rato lo que le pasó a mi amiga actriz Laura Sierra, que iba en un taxi y casi al llegar a su destino un "viene viene"

UNO

Un hombre egoísta y maldoso le regala una bolsa de basura a un indigente. Este no se amilana y se levanta, lo alcanza y le regala a cambio un ramillete de flores. El que regaló basura se extraña y le pregunta. "Si yo te hice maldad con la bolsa de basura, ¿por qué tú me alcanzas y regalas flores?" Y este le responde: "porque nuestra forma de pensar es distinta y cada quien regala lo que tiene".

DOS

Leía hace rato lo que le pasó a mi amiga actriz Laura Sierra, que iba en un taxi y casi al llegar a su destino un "viene viene" (no todos son así) le dio un golpe fuerte al vehículo al negarse el chofer a darle unas monedas. Y luego de las peripecias de llamar a un policía y este a otros, y perseguir a esa persona violenta y degradada en lo humano (lumpen), para luego cuando Laura va a pagar, el chofer (otro lumpen), metafóricamente, hace lo mismo que el vagabundo: cobrarle más de lo que cuesta el pasaje.

TRES

Sucede todos los días. Pero uno tiene que bajarse. ¿De dónde? Del tren de la violencia, del tren de la indiferencia y del tren del valemadrismo. A lo mejor no es fácil para muchos, pero debemos de pensarlo. Y actuar uno mismo en consecuencia.  Bien dice una abuela colombiana: tenemos el territorio de nuestro cuerpo para no permitir la maldad. Y la hemos de irradiar a nuestros cercanos.

CUATRO

Y en la misma metáfora del tren,  entonces subirnos al tren de la solidaridad, al tren del amor, al de interesarnos por los problemas de los demás. Porque ya se nos está haciendo costumbre solazarnos con ver videos de pleitos entre taxistas, entre estudiantes, entre mujeres, en la vía pública. Y queremos ver más.

CINCO

Porque esto es lo que nos está rebasando, tanto en lo familiar como en lo social. Más allá de creencias y de colores partidistas, estamos asistiendo a la degradación de todo. Sí, ya lo sé que la violencia siempre ha existido. Y el bien lo mismo. Y que muchos piensan: ¿Y de qué sirve que yo lo haga, si los demás no lo hacen?

SIES

Vemos basura por todos lados. Pero esa imagen de basura por todos lados de alguna manera la estamos construyendo dentro de uno mismo si dejamos que la costumbre se imponga en uno. Y allí está el detalle, diría Don Mario Moreno.

SIETE

La naturaleza nos enseña de todo. Cuando estoy en la playa miro la arena. Y adrede separo un solo granito de toda ella. Y lo pongo en mi mano. Y como loco le digo: Si no fuera por ti y por tus otros semejantes, no tendríamos estas bellas playas. Pues lo mismo sucede entre los seres humanos. Debemos reflexionar y unirnos como ese simple grano de arena a las demás personas que buscan y hacen el bien.

OCHO

Pero es cierto. ¿Quién soy yo para escribir sobre este tema tan acuciante? ¿Tan necesario? En efecto, soy un simple grano de arena.

NUEVE

A veces hago la siguiente  reflexión, sobretodo en la noche: alzo la vista y miro la parte del infinito que alcanzamos a ver desde la tierra. Y recuerdo lo que todo eso significa de un planeta en el sistema solar, y este en la galaxia, y que hay infinito número de galaxias en el mundo, apenas somos acaso realmente un grano de arena o menos en la existencia. Y la vida humana es tan fugaz y efímera, que el grano de arena ha de existir más tiempo.

DIEZ

¿Y a qué viene todo esto? Solo un poco de reflexión en el camino de la vida. No soy fiscal que señale ni juez que condene. Soy más pequeño y breve que un grano de arena. Y en este mi paso por la vida intento aportar algo. Mucho poco, no importa. Conque alguna semilla de mis palabras haya germinado una sola persona, me doy por bien servido.

ONCE

Vine como pasajero de paso. Y he de llegar a mi estación última. Mientras tanto aquí ando, sonriente y tranquilo. Tengo pendiente algunos cafés. Mientras haya vida hay esperanza de una convivencia mejor. Y si esto es una utopía, de algo nos sirve caminar para alcanzarla, aunque nunca lo logremos.

DOCE

Mientras tanto ¡amen!