Solo faltó que el Capitán Carlos Manuel Merino, parafraseando las voces de apoyo que el pueblo manifiesta como respaldo al presidente Andrés Manuel López Obrador, se las repitiera a las enfermeras, a quienes, de ángeles de la guarda y la salud de los tabasqueños, no bajó en su Día.

En el Teatro Esperanza Iris donde fueron homenajeadas y les hizo entrega de reconocimientos, ¡vaya que si era un honor estar con todas ellas!; emocionado les expresó: "Estar aquí, es como hacer un simulacro en el cielo, ya que estoy rodeado de muchos ángeles", y no es para menos, después de los grandes estragos y daños ocasionados a las familias que perdieron la vida de alguno de sus seres queridos, donde las enfermeras y enfermeros eran un mudo testigo y enfrentaban con responsabilidad y a costa de su propia vida la pandemia.  

Después de más de dos años, seguramente a muchos les hacía falta un espacio de relajamiento para sacudirse el estrés, por todas las circunstancias que el COVID nos ha ocasionado. Díganme que no, un indicador de lo que aquí les señalo, fue el pasado Día de las Madres, donde de acuerdo al director de la Federación Estatal de Cámaras de Comercio Abraham Rodríguez Padrón, las ventas en el sector comercio rebasaron los mil millones de pesos durante sólo este día. O sea, un 10 % más a lo registrado en el 2019, lo cual marca una tendencia favorable a la recuperación económica en nuestro país. 

Si nos damos cuenta, las familias y la sociedad estaban necesitadas de un espacio de distracción y de convivencia, que las llevara a expresar todo el sentimiento reprimido. Gracias a las enfermeras, médicos y otros grupos de personajes que se mueven en diferentes actividades, ha sido posible controlar esta pandemia. Las autoridades han jugado un papel preponderante con la aplicación de medidas de control, compra de las vacunas, la aplicación, y el acondicionamiento de los hospitales entre otras acciones de igual importancia. 

Se dice que “nadie sabe lo que tiene, hasta que lo ve perdido”. Una cápsula de conocimientos que bien pudiéramos aplicar a distintas condiciones que se dieron y continúa dándose con la pandemia en nuestro país y por ende en el estado. Expresar un reconocimiento a enfermeras, enfermeros y materializarlo de alguna manera, es encomiable, Más cuando lo lleva a cabo el propio ejecutivo del estado a los ciudadanos y trabajadores; esto quiere decir que se le estima y da valor al trabajo que desempeñan, cuando estos exponían su propia existencia, ya que no se tenían antecedentes de este mal, y no se contaba con medicamentos ni vacunas para su cuidado.

El mensaje del gobernador Merino Campos, nos muestra a una persona de alta sensibilidad y respeto al trabajo de los encargados del cuidado de la salud pertenecientes al gobierno del estado. 

Es una obligación, es cierto, pero también expresa una convicción. Todos son encomiables y respetables. Se prepararon para servir en esta área, como también, pero no estaban obligados hacerlo en las áreas de alto riesgo. Su empeño, compromiso social y moral para con su familia, ha quedado intacto. Vaya nuestro reconocimiento para aquellos que hoy están ausentes con su familia, porque siempre serán héroes no solo de aquellos a quienes salvaron su vida a cambio de la propia, también lo son de quienes hoy podemos dar constancia de sus hechos y proceder. 

La salud es parte esencial de la vida, y nadie esta dispuesto a darla si no es a cambio de la existencia de otra vida. Principalmente cuando se trata de un ser querido, en este caso se dio a cambio de cualesquiera de las personas que resultaban infectadas por el virus. Tristemente algunas de ellas por necedad e irresponsabilidad con su persona. Nunca será suficiente el reconocimiento a los héroes que hoy permanecen con vida. Esperemos que esta experiencia nos haga más responsables de nosotros y de nuestros semejantes.