Una epidemia de nunca acabar y la bata de adivino

O como país dejamos de tener la vista elecciones y maniobras políticas y nos centramos más en lo importante que es la lucha contra el COVID 19

O como país dejamos de tener la vista elecciones y  maniobras políticas y nos centramos más en lo importante que es la lucha contra el COVID 19, la economía y la educación o esto va a ser el maldito cuento de nunca acabar que se ha renovado con la competencia para ver “quien tiene el video más grande”, que ha roto la imprescindible unidad entre mexicanos, que por cierto nunca estuvo entera. El mundo entero está pendiente de los rebrotes y nosotros todavía ni siquiera hemos logrado controlar el brote de la pandemia que ya lleva más de 60 mil vidas segadas y ahora la OMS nos anuncia que de seguir así las cosas, en el mejor de los casos, para diciembre de este 2020 debemos de esperar alrededor de 13 mil muertes más. A lo que aspiramos es a saber a qué atenernos, que no está claro. “Inteligencia, dame el nombre exacto de las cosas”, gritó el filósofo Juan Ramón Jiménez, pero nadie le contestó en su época. Lo curioso es que los mexicanos tardemos tan poco tiempo para llegar a nuestros desacuerdos. Quizá eso sólo es posible cuando ninguna de las partes sabe a qué atenerse y por eso preferimos volver a lo que conocemos bien: a pelearnos por las candidaturas en ordenados compartimentos estancos que ahora son dos: Liberales y conservadores. El célebre grito “México somos todos”, que entonamos cuando comenzó la pandemia fue la expresión de una emocionante solidaridad, pero lo cierto es que, nos cuesta asumir el colectivo y preferimos hablar, sobre todo, de “ellos”. Sólo su miedo es comparable al nuestro, aunque lo neguemos para darnos valor. En nuestra confundida pero todavía hospitalaria democracia cabemos todos y ojalá no sobre nadie. NOTA BENE 2: Investigación contra Núñez y compañía: Sucesos encadenados con discreción y rotunda eficacia. Hay cosas que han emprendido un camino claro, aunque hasta ahora estaban escondidas en la indefinición. Por ejemplo la aclaración de las cuentas del anterior Gobierno de Tabasco (Si es que se le puede llamar así). Arturo Núñez y su esposa (cómplice le dicen) se cuidan bien, pero desde aquí en Villahermosa no han dejado de apuntarles con la mira de la ley. No hay que vestirse con la bata de los adivinos para sospechar que las recientes filtraciones del OSF de Tabasco en las que se constatan que las investigaciones siguen su curso y no están metidas en un cajón, tienen una señal escondida aunque visible para los navegantes. Arturo Núñez está en la mira y su binomio Martha Lila, también. Está tan documentado el saqueo de la pareja gobernante, con hambre del pueblo, con enfermos sin medicinas e incluso con lamentables fallecimientos por falta de atención y cuidados en los hospitales públicos, que parece una tarea fracasada tratar de ocultar los delitos que se cometieron contra Tabasco. Es hora de ajustar cuentas. No tarda la pareja saqueadora en recibir una llamada justiciera a su puerta. Me consta que el Gobernador, Adán Augusto López, instruyó a sus funcionarios a que si encontraban alguna irregularidad, se enfrentara el asunto de forma legal y confidencial, sin tratamiento mediático, sin hacer escándalos en la prensa. Porque es mejor acusar con pruebas y no con filtraciones que luego pueden revolverse contra los fiscales. Por eso hasta ahora las dudas sobre la posibilidad de que Núñez estuviera protegido eran más que razonables para los que no saben cómo actúa nuestro Gobernador: Con absoluta discreción y una rotunda eficacia.