Una grata sorpresa: Gina sustituye la perversidad de sus antecesores por la reflexión

Una grata sorpresa: Gina sustituye la perversidad de sus antecesores por la reflexión

NOTA BENE

Una grata sorpresa: Gina sustituye la perversidad de sus antecesores por la reflexión

Se sabía que Gina trae un bagaje político gigantesco. Posiblemente es la política mejor preparada de los tres aspirantes conocidos a la gubernatura. Pero poca gente esperaba tan grata sorpresa de la manera en la que está enfrentando la campaña interna: Ha fijado perfectamente las responsabilidades de los resultados políticos priistas sin denostar a sus propios compañeros. Y es que Gina, sin haber negado nunca su filiación, no ha sido responsable de ninguno de los problemas que han causado sus antecesores porque nunca fue cómplice al no encontrarse ni siquiera en los aledaños del poder local que, incluso, la marginó en innumerables ocasiones. La cercanía que está demostrando con la gente desarma el argumento de sus opositores cuando la tachan de haber nacido y haberse criado entre sabanas de algodón. Y los que la acusan de haber propiciado la salida de algunos conocidos priistas “de toda la vida”, hay que decirles que lo que ha hecho Gina es quitarse de en medio a los que tenían “minireinados”, que no representaban nada más que a sus propios intereses, quienes precisamente han propiciado la corrupción y han impedido la renovación  necesaria durante décadas. Con los que ha pactado realmente traen una corriente considerable de seguidores y con ellos ha sabido construir una alianza. Por lo que lejos de haber desplazado a gente valiosa lo que ha hecho ha sido desprenderse de lastres y de acometer una limpieza necesaria que por haberse postergado llevó al priismo tabasqueño a la situación de mínimos en la que ha navegado durante cinco años. Lo cierto es que Gina llena las plazas a las que se ha presentado y que la confianza ha regresado al PRI con las consecuencias positivas que posiblemente se verán en julio en las elecciones. La vitalidad con la que se está dotando el PRI con la candidatura de Gina es lo que temen sus adversarios. Gina ha sustituido la perversidad de sus antecesores por el arte de la reflexión. Reflexionar una vez al año no hace daño. Es bueno para todos, incluso para los que no están entrenados, porque pensar es someter a juicio antes de elegir. Y a pesar de haber recibido múltiples improperios no ha contestado a nadie bajándose a ese ring sucio, sino que ha tratado de sumar sin una palabra más alta que la otra, cosa que es muy de agradecer en esta tierra de sangre caliente y agresividad a flor de piel.

Por Antonio López de la Iglesia