¿Una laguna de ilusiones?
09/04/2022
Conozco y sé del aprecio que la licenciada Yolanda Osuna Huerta tiene a la Laguna de las Ilusiones
Como si su nombre fuera un mal presagio, la hermosa laguna de las Ilusiones orgullo de muchos tabasqueños y mexicanos que la han conocido, al sentir que se le escapa la vida, hoy pareciera estar desfalleciendo y con el último aliento trata de inhalar oxígeno, que, de llegar a suceder, quedaría en la memoria del hombre como una efímera ilusión que se le escurrió de entre sus manos.
Villahermosa es la única entidad del país, y de las escasas en el mundo, que cuentan con un espejo de agua natural en el corazón de la ciudad; de aquella que en sus años mozos ha sido inspiración de poetas, marco perfecto para declarar su amor y sentimientos a la musa de sus ensueños, centro de distracción y entretenimiento para familias que se han regocijado de la naturaleza y su entorno, de los amantes del lago que navegaron sus aguas en el barco de vapor de paleta trasera, e inspiración de pintores y otras artes más.
Seguramente habrá muchos tabasqueños que nos sentimos apenados por tan lamentable trato dado a este importante manto acuífero. En ello hay muchos involucrados que consciente o inconscientemente hemos sido mudos testigos y responsables de lo impactado que se encuentra; sin embargo, nunca es tarde para hacer un esfuerzo por su recuperación. Cero y serán tres las ocasiones en que las autoridades intervendrán para recuperar parte de su esplendor.
Conozco y sé del aprecio que la licenciada Yolanda Osuna Huerta tiene a la Laguna de las Ilusiones. No somos pocos los que estamos convencidos que el impulso que dará a este importante proyecto en sus manos. Será significativo y favorable tanto al ecosistema que depende de este recurso no renovable, como su aporte a la economía de la entidad y orgullo de los tabasqueños. El compromiso político y social con los villahermosinos, está latente.
La primera ocasión en que se hizo un importante aporte económico y resguardo de las márgenes de este espacio, fue durante el gobierno del licenciado Enrique González Pedrero, quien mando hacer una remodelación del parque “Tomas Garrido Canabal”. Se protegió entonces su entorno con un malecón peatonal, se rehízo el mirador del águila, se instalaron e iluminaron chorros para la oxigenación del agua y se remodeló todo el parque, como luce actualmente.
La segunda ocasión fue durante el gobierno del licenciado Manuel Andrade Díaz, cuando se construyó un colector perimetral para las aguas residuales que descargaban colonias y fraccionamientos construidos en sus márgenes. Además se efectuó el dragado de algunas áreas para retirar sedimentos contaminantes y devolverle profundidad. Y rehabilitaron los chorros de agua, en tanto que otros gobiernos municipales anunciaron recursos, pero no supieron informar en qué parte del agua se fueron.
El gobierno del capitán Carlos Manuel Merino Campos será el de la tercera y ¿el de la Vencida? La oportunidad histórica está en sus manos y esperemos que se sume la disposición del gobierno federal con su aporte al rescate de este bello espacio que la naturaleza nos ha dado a los tabasqueños, donde el cálido clima del trópico hace que en algunas ocasiones se cubra con alfombras de flores de macuilís, flamboyanes, pétalos del guayacán o con la lluvia de oro.
Si en algún momento fuimos objeto de duras críticas por la muerte de manatíes en el territorio tabasqueño, ahora estamos ante la oportunidad de reivindicarnos con la naturaleza y proporcionarle una mejor condición de vida a manatíes, lagartos, garzas, iguanas, pejelagartos y otras especies más que aún se resisten a morir ante lo adverso de las aguas contaminadas.
Por lo pronto, un estudio dado a conocer hace unos años, señalaba que el vaso Cencalli dejaría de ser un cuerpo de agua en unos siete o diez años de los cuales ya han transcurrido algunos. ¿Se cumplirá el presagio? Pronto lo sabremos.
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