Vacía celebración

En el PRI manejan la narrativa de un vigoroso partido político cuando la voluntaria y/o forzada militancia disminuyó sensiblemente

La «Dictadura Perfecta», aludida por el literato Mario Vargas Llosa respecto a la posesión presidencial  del Partido Revolucionario  Institucional que pervivió entre 1929 y el 2000, tenía que desmoronarse entrampado en sus propias filias y fobias. Ahora los 93 de aquel aquel 4 de marzo, nada tiene que celebrar, cuando desde la elección concurrente de 2016 Acción Nacional le ganó 7 de 12 gubernaturas y en 2021 Morena se favoreció con el voto en las 8 que tenía por renovar.

Negados aceptar la realidad de un partido político al que aparejado con la transición de milenio también se dio la primera de las alternancias, marcado por el autoritarismo en la transversalidad de las 7 décadas marcadas por represión, corrupción e impunidad. 

Sin embargo, quienes hoy integran el Comité Ejecutivo Nacional se empeñan en pretender mostrar una fortaleza que añoran, considerando el panorama de la geopolítica de gobernabilidad ejecutiva y legislativa a nivel local en gubernaturas, congresos, incluso municipalidades, cercanos a su extinción en la proximidad del 2024, cuando llegará a la elección presidencial como un satélite de Acción Nacional para subsistir como parte de la chiquillada, sin la militancia y cuadros de antaño para perfilarse al nivel competitivo en cargos populares. 

No se puede olvidar que durante la XXII Asamblea Nacional Ordinaria celebrada en julio de 2017 eliminaron los requisitos de antigüedad militante y el trabajo de cuadro para poder postular en el cargo del Poder Ejecutivo Federal  por vez primera a un externo, ante el desprestigio y repudio acentuado con la gestión del de Enrique Peña Nieto. 

Apostaron José Antonio Meade Kuribreña como candidato presidencial, exhibido ante un lastimoso resultado coaligado de 9 millones 289 mil 853 votos, un 48% respecto de los 19 millones 226 mil 784 sufragio que obtuvo con en 2012. 

Incluso en 2019 por nada logró el 3% de votación mínima para evitar perder la acreditación ante el órgano local electoral de Baja California, que justo este fue el primer estado en el que se le derrotó en 1989, al no tener argumentos de recurrente fraude que venía sumando al PAN; entonces la única oposición que había hasta que en 1997 el PRD triunfó en el Distrito Federal hilando 4 gubernaturas en la gestión de su líder nacional, Andrés Manuel López Obrador.

Una evidente realidad que en el Partido Revolucionario Institucional por no tener  enseñanza desde que el que un disruptivo Vicente Fox le pasó por encima, apoyado en la mercadotecnia política para lograr que la voluntad popular en la urna optara por la alternancia. 

Aunque en 2012 recuperó el gobierno federal, a la siguiente elección del 1 de julio de 2018 fue otra vez derrotado en la competencia por la posesión de la banda presidencial ante «Ya saben quién», capitalizando los mismos yerros del 2000. Un personaje que además de origen se forjó en la ideología revolucionaria, y con él muchos  abandonaron para sumarse a la «Cuarta Transformación».

Alejandro Moreno Cárdenas dejó la gubernatura de Campeche que luego como líder nacional priista perdió en las elecciones de 2021, entre los 8 estados que tenía con gubernaturas militantes.

En el PRI manejan la narrativa de un vigoroso partido político cuando la voluntaria y/o forzada militancia disminuyó sensiblemente. Nada que ver con lo que llegó a tener como músculo del voto duro en su pico más alto. 

El estado de Tabasco partiendo de los comicios de 2012 perdió la gubernatura y 10 de las municipalidades, incluyendo las más importantes en la jerarquía socioeconómica, además del Congreso. En 2018 fue derrotado también en el afán por recuperar la gubernatura, y borrado de las presidencias municipales y diputaciones de mayoría relativa, repitiendo en 2021. 

Está en el sendero de quedarse sin las gubernaturas que aún posee durante las elecciones de este 2022, el siguiente 2023 y en 2024 será uno más de la chiquillada sin posibilidad de competirle a Morena.  


Bitácora


La revocación de mandato se acerca, a un mes del 10 de abril cuando todos los electores deberían participar expresando el sentido  un voto reflexionado.  

eduhdez@yahoo.com