VIOLENCIA DIGITAL ¿UNA RAZÓN DE VIOLENCIA ESCOLAR?

Es algo triste y también sorprendente ver reiteradas imágenes de niñas y adolescentes que discuten literalmente a través de su cabellera. Cierto es que no es la primera vez que hemos visto este fenómeno, en mi experiencia por cierto, esta ha sido excepcional; claro, las imágenes en internet de este tipo de discusión se reproducen en cualquier plataforma y hasta prensa virtual y con perplejidad se hace viral.

La Organización Mundial de la Salud ha definido  en el 2021 a la violencia como el uso intencional de la fuerza física o el poder real o como amenaza contra uno mismo, una persona, grupo o comunidad, que tiene como resultado la probabilidad de daño psicológico, lesiones y hasta la muerte. En muchos casos, la violencia en el ambiente escolar deriva de un entorno que acepta y legitima las conductas violentas debido a la cultura arraigada de agresiones que se tiene en la sociedad, aunado a la falta de una cultura de respeto a los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes (Justicia cotidiana, Gobierno de México).

Si los adolescentes no encuentran formas eficaces para resolver sus conflictos, acuden a la omisión de palabras por las agresiones físicas. La violencia en el ambiente escolar es un hecho ilícito que se produce por la falta de la vinculación escolar con el entorno personal, familiar y social y por la inexistencia de una normativa adecuada que encause esta terrible realidad

Mucho se divulga sobre la cultura de la paz pero hay algo que no está funcionando pues lejos de eliminarse estos casos, aumentan.

¿Por qué? En este caso sostengo una hipótesis, que significa una propuesta de solución que no se ha podido aún probar pero se realiza a partir de determinados datos.

En esta vinculación redes sociales - violencia escolar, hay que señalar que los procesos de comunicación digital entre los que se incorporan determinados tipos de juego en el cual te divorcias con un acto de agresión a tu pareja, implica una divulgación de comportamiento agresivo en la adolescencia donde desde siempre la comunicación real con la familia es reducida o al menos no tan explícita como en otros momentos de la vida.

Los adolescentes han encontrado en las redes y el internet las formas de establecer vínculos que a veces son actos sin articular palabras, y no me estoy refiriendo al ciberbulling o ciberacoso, sino a formas de soluciones agresivas en internet (Herrera-López y otros, 2018) es decir, comportamientos agresivos reales a través de estas experiencias de agresividad virtual.

Lo cierto que en el territorio tabasqueño proliferan cada día más estas agresiones físicas entre las niñas y adolescentes que requiere de un trabajo familiar y escolar muy serio con prevenciones e implicaciones normativas. No podemos ser testigos pasivos de este triste fenómeno irracional de agresividad entre jóvenes y entre cabellos de criaturas. (Profesora Investigadora, UJAT, S.N.I. III. Colaboración para PRESENTE)