Voluntad titánica

Voluntad titánica

Bien es cierto que las mediciones le siguen favoreciendo en cada decisión y anuncio que impulsa, ya que existe al momento una suerte de teflón que es fortalecido por un amorío con los ciudadanos (la mayoría que se involucra en la agenda político-social) lo que le permite no ceder ni un ápice a las medidas adoptadas para la limpieza de PEMEX y la distribución de combustibles a todo el territorio nacional, pero la pregunta que se hacen todos es ¿Cuánto durará el encanto?

Nadie en su sano juicio podría haber vaticinado que el arranque de la 4T sería fácil, ni que en automático y por decreto “divino” todas las cosas que estaban mal se corregirían, no, al contrario los pronósticos de muchos, incluidos los de AMLO, es que se necesitaría una voluntad titánica, el apoyo y acción de las mayorías para que un cambio de régimen sea posible. Y es que entre la gigantesca burocracia existen costumbres viciosas que se han hecho leyes (los tentáculos del rayo de honestidad son insuficientes ante tanto recoveco que el entramado institucional presenta), igual entre el pueblo bueno las hay y más aún se recrudecen y toman formas “demoniacas” cuando se pretende cambiar la realidad cotidiana de golpe y sin mucho esfuerzo, allí reside la verdadera afrenta de la cuarta transformación.

La estrategia contra el Huachicol es uno más de los frentes que la administración Lopezobradorista ha decidió abrir con el afán de mostrarles a todos que las cosas se harán de manera distinta, no por nada, hace un tiempo sorrajo aquello de “no soy florero de nadie y no estoy de adorno” o recientemente espeto el “no jueguen a las vencidas”, debiéndose tomar estas “envaletonadas” como la línea conductual y convincente de un Estado, el Mexicano, que busca salir del atolladero en el que entre todos en mayor o menor medida han contribuido a meterlo.

Con los datos presentados y que dan cuenta de las magnitudes del saqueo a PEMEX que al día de hoy presenta un pasivo de alrededor de 83 mil 900 millones de dólares en bonos, ha quedado de manifiesto que los perpetradores le hacen honor y con creces a eso de Crimen Organizado, situación que además de necesitar voluntad, requiere de una estrategia contundente para erradicar esas dañinas prácticas y la fuga de ríos de dinero público; hoy debe decirse que en medio de esa “guerra” está el pueblo, al que del lado de los saqueadores le apuestan a que no aguantaran las molestias y ante la escases serán los potencializadores naturales del caos (el picotazo al ducto en  Acambay es clara muestra de ello), un caos que les favorece para seguir ordeñando, traficando y ganando carretadas de dinero, en contraparte por el lado del Gobierno Federal le apuestan a la “militarización de los ductos e instalaciones petroleras”, pero sobre todo a la paciencia, apoyo, compromiso y convicción de una ciudadanía que por años ha demandado que se erradiquen los privilegios e impunidad de unos cuantos, también confían en que aunque la estrategia genera “daños colaterales”, estos representan una lapso mínimo que les permitirá tener recursos para tocar en el futuro inmediato a los “molestados” vía los programas sociales, aunque los frutos de la estrategia y la normalización de los suministros no tiene fecha contundente; por ello ya hay quienes a modo de broma piden que los decisores de Palacio Nacional diseñen un cartel que diga “estamos trabajando en la reconstrucción del país, disculpe las molestias y largas filas que esto ocasiona”…

Zarpazo. De entrada ya la administración Federal constató que hay ruido y este fortalece la presión político – social; el cambio en el dictamen de la Guardia Nacional es un triunfo para gobierno y gobernados, ¿ya veremos quien lo capitaliza mejor?

Zarpazo bis. La austeridad va; aquí en la entidad serán un baluarte de ello todos los coordinadores administrativos de las dependencias de la administración pública…