Voto cruzado en Tabasco: “A la fuerza ni los zapatos”

Voto cruzado en Tabasco: “A la fuerza ni los zapatos”

NOTA BENE

Voto cruzado en Tabasco: “A la fuerza ni los zapatos”

Mientras seguimos en la incertidumbre, -repito que inexplicable-, de quien será el afortunado ganador de la encuesta del PRD para elegir a su candidato a Centro y nos acongoja ese pendiente… el mundo sigue siendo un pañuelo, pero es insuficiente para secar nuestras lágrimas. Más intrigante que no saber a dónde vamos y de dónde venimos es ignorar el sitio en que estamos. Hay quienes aseguran que en Tabasco estamos viviendo una segunda transición, que ojalá dure menos que la primera, que a la vista está que fue fallida,  pero lo cierto es que todo es confusión. En Tabasco nadie sabe si somos de los nuestros porque los bailes de cambio de partido están de moda y los bárbaros de MORENA, que siempre han sido muy suyos en otras trincheras, son los que tienen el “carné” de peticiones de bailables lleno. El temor que ahora surge es que la llamada alianza de todos los que apoyan a AMLO resulte un camelo cotidiano, o sea, una mentira mayúscula. No es lo malo eso de no saber qué será de nosotros, ya que el azar es nuestra deidad, si no ignorar quiénes son los nuestros. Hay motivos para creer que la democracia es el menos malo de los sistemas, pero también el más débil mientras los que lo profesamos sigamos siendo numéricamente inferiores a los autócratas y a los libres intérpretes. El combate electoral va a estar muy igualado según los pronosticadores, que sólo aciertan cuando adivinan el pasado. El más cauto entre los zahoríes es Gina Trujillo, que es la que a pesar de manejar más datos se fía menos de quienes se los suministran. Si la pelea va a decidirse por puntos, su influencia en ese juez de cientos de miles de cabezas que llamamos pueblo está bien escogida en el tiempo y en el espacio. En Tabasco somos como niños, pero no como retrasados mentales y ya no se va a votar como antes. Le pese a quien le pese el voto cruzado será determinante, que no se equivoquen pensando que porque AMLO pida todos los votos a los que van en las listas de MORENA el estado se va a entregar a su doctrina única, porque aquí estamos surtidos de olores y colores y tenemos como norma ese dicho de que “a la fuerza ni los zapatos”. No todos los calvos se compran unas tijeritas a la vez que adquieren un específico donde se advierte que si se observa un excesivo crecimiento del cabello hay que suspender por unos días lo de echarse unas gotitas, no sea que el flequillo pueda impedirle la visión a quien antes tenía menos pelos que un foco. La embustera y necesaria esperanza ya no hacen posible que los timos, ya sean políticos o religiosos, sigan dando grandes derechos de autor.

Por Antonio López de la Iglesia