Voto en el limbo
La irrupción de una pandemia como el coronavirus, un enemigo invisible que suele ser altamente letal
La irrupción de una pandemia como el coronavirus, un enemigo invisible que suele ser altamente letal, exterminó el modelo de vida en todos los ordenes sociopolíticos y económicos del mundo prevaleció. El ecosistema de las elecciones no estuvo exento y también ha tenido que replantearse en la misión que tienen, y para el caso mexicano será de gran trascendencia renovar autoridades de gobierno en los 32 estados, alcaldes, y/o congresos, y/o gubernaturas, además de los diputados federales.
Lo macro de unas votaciones para renovar en total superior a 29 mil cargos por voluntad popular, para el seis de junio próximo, per sé era ya extremadamente complejo; ahora con el covid19 los desafíos son mayores en razón de que toda la logística que implica la conjunción de un Sistema Nacional de Elecciones en la coordinación de todos los procesos locales y el federal; actividades preparatorias, jornada electoral, y posterior calificación de las mismas.
En medio de las controvertidas políticas públicas implementadas por las autoridades gubernamentales para combatir a un entrometido actor ya en su fase de rebrotes está forzando a tener que someterse a merced de sus reglas de juego, aún más para dar cumplimiento a un mandato constitucional de renovar a las autoridades de gobierno, ejecutivas y legislativas, locales y federales.
El Instituto Nacional Electoral como autoridad rectora de organizar sus votaciones y la de las 32 entidades federativa, en armonía con los organismos públicos locales electorales, correspondientes a sus ámbitos de competencia se tienen exhaustivas jornadas de trabajo, considerando que durante el proceso de inicio a término todos los días y todas las horas so hábiles.
Mientras que en otros 34 países decidieron reprogramar sus elecciones de este 2020 hasta el siguiente año, México en medio de la emergencia sanitaria por la pandemia no puede demorar las suyas sino que está en la constante por adecuar absolutamente todas sus fases a las condiciones actuales, los períodos de gobernabilidad en el caso de los cargos electos por voluntad popular tienen una fecha de renovación en el andamiaje de su modelo democrático.
En los tiempos y circunstancias actuales, el objetivo principal por el que se trabaja debe ser celosamente garantizado en su ejercicio con todas las medidas sanitarias que exige, la participación ciudadana que con su voto en voluntad popular mayoritaria decide a quién de entre las opciones elegir como su próximo alcalde, diputado local y federal, y a su gobernador, según la entidad donde corresponda la competencia por estos cargos y los demás que hacen el conjunto de los más de 29 mil.
El propósito permanente del Sistema Nacional de Elecciones será como siempre de promover desde lo institucional la participación de los 91 millones 503 mil 518 ciudadanos registrados en Listado Nominal del INE, con Corte al 30 de octubre de 2020. Conscientes de que este es un derecho político que es decisión propia de acudir a hacerlo válido o no la estrategia se complica por el entorno que avasalla, sin considerar otros factores que igual inhiben a un abstencionismo contra el que de origen se busca combatir.
Aunque hay la posibilidad de que las próximas macro votaciones previstas para el seis de junio sean híbridas; en algunos estados podrían haber secciones electorales en las se elegirían tradicionalmente con papeleta en manos y en otras en urnas electrónicas.
Una posibilidad que está en el riguroso análisis de la pertinencia de implementar o no una votación híbrida, tradicional y electrónica, considerando la prueba superada del piloto que se realizó con el resultado de carácter vinculante al cómputo general en los estados de Hidalgo que, renovó 84 presidencias municipales, y en Coahuila, a sus diputados, demorado al 18 de octubre cuando originalmente la fecha era el siete de junio, las condiciones extraordinarias obligaron a la atracción del Consejo General del INE.
Realizar elecciones el próximo año, en medio de la crisis por el covid19, retoma las experiencias de otras naciones; el más próximo e inmediato proceso ocurrió el tres de noviembre que se tuvo en Estados Unidos para elegir a su Presidente y legisladores, en el que su legislación incluye además el voto por correo postal, que igual acá se prevé para el caso de quienes residen en el extranjero; así como Canadá, Francia, Suiza, Italia, Alemania, Irlanda, y Corea del Sur, entre otros tantos que se atrevieron hacerlo este 2020.
El Instituto Nacional Electoral y los 32 organismos públicos locales electorales de inicio han implementado todo un protocolo respeto de las medidas de seguridad en el trabajo del personal permanente, los supervisores y capacitadores asistentes electorales, la ciudadanía que será instruida para integrar las mesas directivas de casilla, las campañas, la jornada de votaciones, hasta concluir con la calificación de las elecciones.
La crisis sanitaria y económica empujan de manera acelerada hacia actualizar y poner en la vanguardia los mecanismos democráticos electorales del ámbito constitucional en México, es un imperativo que ya no admite más oposición, incluida la cultura social. Son tiempos de una innovación permanente
Bitácora
Aun cuando toda propaganda gubernamental estará suspendida durante las campañas, habrá que ser escrupulosos en la excepción en la salud, con motivo de la vacunación universal contra el covid19, que desde ahora correrá aparejada con las campañas electorales y promoción del voto. No habrá freno a la visceral politización.