Votos, drogas y violencia

Nos llama la atención Jesús Silva-Herzog Márquez sobre la hipótesis central de un libro titulado como esta columna: Votos, drogas y violencia

Nos llama la atención Jesús Silva-Herzog Márquez sobre la hipótesis central de un libro titulado como esta columna: Votos, drogas y violencia. La hipótesis es que la democracia, la pluralidad democrática, puede ser una de las causas estructurales de la espiral de violencia que ahoga al país.El libro al que se refiere Silva-Herzog Márquez fue escrito por Guillermo Trejo y Sandra Ley y publicado en la prestigiada editorial académica Cambridge University Press.

Hemos leído y oído sobre la violencia del Estado como causa de la violencia criminal; sobre la pobreza como caldo de cultivo del crimen; sobre la corrupción como el cemento que sella la complicidad de autoridades con el crimen, hasta confundirlas con él, los déficits institucionales de policías aptas y procuración de justicia eficaz como fuentes de la impunidad que induce a la repetición del crimen.

Pero hemos oído poco sobre la democracia misma, la pluralidad de los gobiernos resultantes, como caldo de cultivo de la progresión de la violencia y del crimen.

Lo que la democracia disolvió, nos dice Silva-Herzog, siguiendo a Trejo y a Ley, es la “zona gris”, relativamente estable, donde el antiguo régimen convivía con el crimen, una zona gris donde colaboraban delincuentes y autoridades, con reglas inconfesables, ilegales, incluso violentas, pero efectivas, con ajustes de cuentas que se cumplían por su mayor parte fuera de la mirada pública.

La competencia democrática fracturó ese acuerdo de varias maneras, introduciendo nuevos actores, nuevos gobiernos elegidos a nivel nacional, que no estaban en el pacto heredado de la zona gris, y nuevos gobiernos locales, que eran vistos como adversarios por el gobierno federal, que les daba, por eso, un trato faccioso en el uso de los instrumentos del Estado.

“El conflicto del gobierno federal con los gobiernos locales”, dice Silva-Herzog, “particularmente los de izquierda, agravó la violencia en esos espacios”. “El federalismo sin unidad de Estado” resultó “el territorio ideal para la expansión del crimen” (https://bit.ly/3muyTeX).

El título completo del libro de Guillermo Trejo y Sandra Ley describe bien su propósito y sus alcances analíticos: Votos, drogas y Violencia. La lógica política de las guerras del crimen en México.