Vuelta Continua

Tiempo de transición, tiempo de aprendizaje

Unos se equivocan en ordenar lo que todavía no les corresponde, y otros, en hacerles caso. El proceso de transición que debe completarse en escasas semanas ha sido largo y con algunos incidentes, sobre todo, mediáticos. Esto, principalmente derivado de la excesiva exposición de integrantes del futuro gabinete, así como la toma de decisiones que deberían quedarse tras bambalinas, especialmente porque todavía no tienen facultades legales más allá de las que se reconocen en el proceso de entrega-recepción.

Una crítica constructiva al gabinete designado es el hecho de que, quizá siguiendo el ejemplo del presidente electo, han tomado la iniciativa de salir a giras de trabajo que se hacen públicas y cuentan con cobertura de medios de información.

Asumir una exposición tan mediática que ni siquiera los titulares de dependencias federales en funciones a lo largo del sexenio se les compara, tiene sus riesgos. El primero de ellos, es que aunque parezca obvio, a la gente se le hace la idea de que ya están en funciones cuando todavía no. El segundo, es que todos los errores, por mínimos que sean, se magnifican en un entorno en el que casi no hay oposición, pero los intereses en contra de que se efectúe la cuarta transformación persisten y se radicalizan. Hacerle al teléfono descompuesto es un negocio redituable para los que esperan aprovechar el menor tropiezo de las autoridades electas.

Esta falta de claridad entre quiénes son los que mandan, lo que se puede hacer y lo que no, está teniendo un costo político que ahora no se ve, pero puede empezar a acumularse. A menos que se aclaren todas las dudas y haya mayor coordinación, puede producirse un efecto de bola de nieve nada positivo para el gobierno que asumirá el primero de diciembre.

Un claro ejemplo de ello fue el penoso incidente en el que los futuros titulares de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Javier Jiménez Espriú y Josefa González Blanco Ortiz Mena fueron echados por la apoderada legal de una empresa minera en las inmediaciones de donde se pretende construir el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Para algunos, quedará el mensaje que le dejaron a la abogada: ya nos vamos, pero tenga listos sus papeles porque se los vamos a pedir.

Otro caso está en la controversia generada por la futura directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Bullya, quien giró un oficio para solicitar que se suspendieran al menos seis convocatorias de becas y apoyos a la innovación, así como diversos contratos. A la incertidumbre de unos y “mala leche” de otros, sólo respondió que la suspensión no implica la cancelación de los apoyos. Un desgaste totalmente innecesario.

Estos episodios no son relevantes, salvo por lo que demuestran: falta de claridad, poca coordinación, ánimos de trabajar que los mal intencionados fácilmente pueden descalificar como ansiedad por el poder. Costos se pagan con cargo al capital político del presidente electo.

Por fortuna es cierto que seguimos en la transición y ninguno de estos detalles importa mucho si se corrigen los errores de fondo: análisis, diálogo y mucha atención a las críticas constructivas. Descalificar a quien critica las formas y no el planteamiento político en sí, puede ser un grave error de fondo: es como andar a galope sobre un caballo ciego.

PRIMERA PARADA

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador dio un espaldarazo “de lujo” al futuro gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, a quien le dijo que estará cada mes en la entidad y que lo asesorará en su administración. No es de extrañarse que AMLO tenga a Tabasco entre sus prioridades. Más que el paisanaje, es sobre todo el valor estratégico de su proyecto petrolero así como su propuesta social de empleo y arraigo campesino.

SEGUNDA PARADA

Frente a quienes buscan amarrar navajas entre el gobernador Arturo Núñez y el gobernador electo López Hernández, lo sucedido el lunes dejó un claro mensaje: la competencia política y electoral ya pasó, ahora se tienen que sumar esfuerzos para que Tabasco sea un referente modelo en lo que se propone como la Cuarta Transformación. No habrá noche de cuchillos largos, como tampoco habrá impunidad en los casos que se demuestren desvíos. Pero quienes quieren un circo sacrificios están errados.

PARADA ESPECIAL

Sí habrá borrón y cuenta nueva. Se revisarán las tarifas eléctricas. Pero también se necesita un compromiso de la gente: pagar su consumo de energía eléctrica a partir de que se anuncien las nuevas medidas. Es un planteamiento lógico,  pero se requerirá de un intenso trabajo de conciencia, orden y justicia.