¿Y de ahí?
05/04/2025
Que la ley sirva para regular la convivencia y evitar venganzas
Los mexicanos son dados a la apología del delito, la justificación y hasta alabanza de los actos de algunos delincuentes. El caso de la señora Carlota es ilustrativo. Hasta en los periódicos le dicen "abuelita", en internet le aplauden con memes, tiene un corrido, muchos piden que sea liberada. La tienen como una heroína porque hizo lo que tantos han querido hacer los despojan de su propiedad. Es paradójico que se quejan de la falta de seguridad, de la delincuencia, al tiempo que le aplauden a la señora el doble homicidio. ¿Qué seguridad puede haber si se permite que cualquiera mate para restituirse una propiedad o una deuda? Quienes hacen eso son delincuentes, todos. No hace falta estar en el narco o ser de los gota a gota.
La empatía hacia la anciana, que se hizo famosa por el video en que dispara y mata a dos personas, tiene su razón de ser en la profunda frustración que existe entre los mexicanos por falta de un sistema de justicia eficaz. Para una persona que tenga un problema como el de Carlota están previstas acciones legales diversas, así como también es lógico que quienes se dedican a rentar inmuebles deben tomar una serie de medidas de prevención. Es perfectamente posible restablecer el orden y sacar a los invasores de una casa con el respaldo de la ley y la fuerza pública.
Desde luego, todo eso implica recursos para defenderse, tiempo y dinero. Sí, lidiar con el sistema de justicia es tedioso y frustrante, asuntos así pueden tomar años. Tan cierto como esto es que una gran cantidad de personas han resuelto sus problemas legalmente, sin necesidad de mancharse las manos con sangre. Por cierto, ha trascendido que la hija de la señora presentó una denuncia alguna apenas seis días antes de los hechos. Habrá pensado que menos de una semana era tiempo más que suficiente para que las autoridades le dieran la razón, que pasaran seis días sin que desalojaran a las personas en su casa justificaba matar.
Bajo ninguna circunstancia puede aceptarse que la señora Carlota actuó en defensa propia o para hacer justicia. La ley suprema del país es clara: ninguna persona puede hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho. Es la primera línea del artículo 17 de la Constitución federal. Bueno, de poder se puede, como ella hizo y tantos otros. Es claro que actuar así no es justicia, sino delito.
Si bien en México la tenencia y uso de armas es un derecho, su origen debe ser lícito y deben estar inscritas tanto las armas como sus propietarios en un registro. Hay restricciones de calibre, además, deben permanecer donde se habita o trabaja para usarse únicamente en el caso de que alguien entre o trate de entrar, o se dé una situación que suponga un peligro. Es válido usar un arma para proteger la vida propia, la de la familia.
Sin embargo, la ley prevé y sanciona los excesos en el ejercicio de la legítima defensa. No se otorga permiso para matar con saña, al contrario, debe procurarse herir en vez de matar, siempre que sea posible. Claro que esto muchas veces es más fácil de decir que de hacer, pero quien piense en la legítima defensa ha de prepararse en serio. Sí que enojan las injusticias que sufrimos día a día, en nuestra persona, familia o patrimonio, pero eso no es justificación para convertirse en asesino.
Se puede decir que la ley protege al poderoso y castiga al pobre, porque efectivamente la justicia no es gratis, implica recursos que de algún lado deben salir. Incluso en los casos de los defensores de oficio o los apoyos institucionales, los juzgados que son para todos, esa justicia la pagamos todos de nuestros impuestos. Por eso hemos de luchar para que sirva efectivamente para regular la convivencia y para evitar venganzas. ¿O le vamos a exigir a los jueces electos que apliquen la ley del Talión?
Por lo pronto, Carlota tiene un escenario complejo ante sí. Según el Código Penal del Edomex, se considera un homicidio calificado en el que se actuó con premeditación, ventaja o alevosía, la pena es de 40 a 70 años de prisión. Mismo caso cuando se priva de la vida a dos personas en los mismos hechos. Por el tipo de delito, a Carlota su edad no le sirve para obtener una amnistía. La decisión de hacerse "justicia" por reclamar una casa la puede llevar a terminar sus días en prisión.
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