Altar Mayor: ¿Y habrá respeto a la ley…?

Si está violando la ley electoral con mucha anticipación. ¿Qué sucedería si llegase a lograrlo una persona que hace esto?

A principios de octubre del año pasado, con motivo de las elecciones en Coahuila en donde se eligió a quien habría de suceder a Miguel Riquelme Solís, gobernador de aquella entidad federativa, el ahora gobernador electo y priista Manuel Jiménez Salinas declaró a la prensa:

“Qué puede esperar la gente de alguien que busca un cargo de elección popular si está violando la ley electoral con mucha anticipación. ¿Qué sucedería si llegase a lograrlo una persona que hace esto?”, se preguntó entonces el político coahuilense.

Y precisó: “Si no se respeta desde el momento de la selección de algún candidato, pues imagínate ya llegando. Habrá que esperar la reacción del INE porque es un reto directo a la autoridad electoral que marca los lineamientos jurídicos de las elecciones”, advirtió y subrayó que “los pleitos, la grilla, los dimes y diretes no le gustan a la gente que está esperando una campaña de altura…”

Al buen entendedor pocas palabras. Y más cuando se observa que esas palabras, expresadas aquella vez, encierran una gran verdad.

Manolo Jiménez, con el apoyo de más del 55% de los votos de los electores coahuilenses logró llegar a la gubernatura y así de manera simple y sencilla delineó los aspectos que deben tener en cuenta quienes buscan un cargo de elección popular, y no le faltó razón cuando dijo, qué se puede esperar de alguien que busca lograrlo si con mucha anticipación está violando (pisoteando, dirían algunos)  la ley electoral.

Situación que precisó es un reto para el INE, la institución que marca los lineamientos jurídicos de los procesos electorales en el país.

El tema viene a colación cuando vemos lo que está sucediendo por estos días cuando algunos de los propios aspirantes a la Coordinación de la Defensa de la 4T –no obstante el deseo de llevar la fiesta en paz— sutilmente deslizan declaraciones, comentarios o hasta promueven o descalifican la publicación de encuestas que dejan entrever desaveniencias e inconformidades entre los equipos de quienes aspiran a ganar la preciada posición que sería un paso hacia la candidatura presidencial de Morena.

Y conste que la propia dirigencia nacional morenista ha enfatizado que los recorridos que realizan sus “corcholatas” al interior del país no son actos de campaña.

Sin embargo, llama la atención que sean precisamente algunos de los propios aspirantes de dicho instituto político, quienes elevan la voz en relación con el gasto por espectaculares y pintas en bardas que estratégicamente, y de la noche a la mañana, van apareciendo en distintas regiones de México.

Si desde ahora este ejercicio para seleccionar al Coordinador Nacional de la Defensa de la 4T muestra que el país ya está inmerso en un proceso de precampañas electorales, hechos a los que también se han sumado aspirantes de la oposición, será interesante observar que resolutivos podrá generar más adelante el INE ante las quejas que se han ido acumulando.

Y es que como también dijera el hoy gobernador coahuliense Manolo Salinas “es una tarea importante para las autoridades electorales para que cuando se llegue el momento hagan valer y respetar la ley sin importar de quien se trate”.

El bombardeo que hoy está en el ambiente político, con actos públicos, manifestaciones, expresiones, declaraciones, ofrecimientos, promesas sin ton ni son, todo ello encaminado a lograr la simpatía de los electores, deja entrever que la del 2024 va a ser, sin duda, una campaña muy competida.

Sin lugar a dudas eso es bueno, pero sería mejor que todos  --pero efectivamente todos, gobierno, partidos, actores políticos etc.-- respeten las disposiciones en materia electoral, pues de otra forma como bien dijera Manolo Jiménez, ¿qué podrá esperar la gente de alguien que busca un cargo de elección popular, pasándose la ley por el arco del triunfo?. (altar_mayor@yahoo.com.mx