ZÓCALO

El Zócalo de la Ciudad de México, debe su nombre desde 1843

El Zócalo de la Ciudad de México, debe su nombre desde 1843, cuando Antonio López de Santa Anna convocó a un concurso para realizar un monumento conmemorativo por la Independencia de México.

El ganador fue Lorenzo de la Hidalga, quien proyectó la construcción de una columna al centro de la plaza. Pero de este solo se colocó el zócalo o base, pues el monumento nunca se concretó; el zócalo permaneció en el lugar por varios años. 

Desde entonces, la plaza adoptó coloquialmente el nombre que hasta hoy es sinónimo de concentración o marcha.

En marzo del 2005, se  vivió ahí la primera concentración nacional masiva en favor de Andrés Manuel López Obrador, ante la amenaza legislativa y política que impulsó el PAN con el famoso “desafuero” generado por el predio del “Encino” en la Ciudad de México.

Liberales y conservadores se movilizaron también en aquella ocasión polarizando al país en bandos de “buenos” y “malos”. 

Fue además la primera ocasión que desde el congreso federal en ese entonces, se reconoció la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador -entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México- llegara a la presidencia de la república, cuando en medio de la discusión por desaforar al tabasqueño, el diputado federal priista Roberto Campa Cifrián,  reconoció que “el origen del recurso de procedencia no es que López Obrador sea un delincuente; sino que es un candidato peligroso, que nos va a ganar”; otra priísta Sofía Castro, se ganó los principales cartones de medios nacionales con su exclamación:  “Muera el peje”.

Las circunstancias actuales generadas por la movilización del pasado domingo bajo el lema “ #El INE no se toca”, le llega como “anillo al dedo” al Presidente de la República , porque convocando a una contra marcha,  cambia el sentido del debate público por la aprobación del congreso a favor del ejército en las calles.

Resetea” a la opinión pública sobre observaciones frecuentes por la ola de inseguridad en el país y enmarca su movilización nacional ante la conmemoración de su cuarto año de asumir el poder.

Las expectativas sin embargo para esta nueva convocatoria prevista para el próximo 27 de noviembre  no es si llena o no el Zócalo de la Ciudad de México. O si la gente aprueba o no su propuesta de reforma. 

AMLO sabe cómo llenar la plaza. Es evidente que los presentes en la meca de la política nacional este 27 de noviembre, respaldarán la reforma electoral presidencial.

En medio de toda esta movilización, está la sucesión presidencial, el papel que jugarán “las corcholatas” y por supuesto los niveles que marque el aplausómetro nacional en la plaza mayor. 

¿Una especie de consulta interna a mano alzada? ¿Por qué no?

El pueblo bueno y sabio, tendría reforma, celebración y candidato. Así lo hizo López Obrador durante 18 años en plazas públicas ¿o ya se nos olvidó?

Todo es mensaje.

Kybalión.- Comentamos en la entrega pasada las posibilidades en 2024 se cierren los espacios para que sea mujer la ungida en la gubernatura de Tabasco. De postular Ciudad de México y Veracruz, a fundadoras de su movimiento - a como repite en Estado de México con Delfina Gómez-, por regla natural iría hombre en el trópico.

Así que no dude usted que las cargadas que ha observado en los últimos meses de un solo lado, cambien de dirección. Sobre todo después del “zamarreo” del presidente desde la mañanera de palacio nacional.

Javier May camina, pero Octavio Romero Oropeza, Cesár Raúl Ojeda Zubieta, Manuel Rodríguez González, José Antonio de la Vega Asmitia, Marcos Rosendo Medina Filigrana, Jaime Lastra Bastar y Mario Rafael Llergo Latournerie, están más vivos que nunca. 

Este último mostrará el músculo este sábado desde el icónico hotel de la Avenida Pagés Llergo.

También, todo es mensaje.