Acusación histórica

ACUSACIÓN

Estados Unidos ha presentado una acusación formal contra Pedro Inzunza Noriega y su hijo, Pedro Inzunza Coronel, señalándolos por terrorismo y narcotráfico. Ambos están identificados como miembros de la facción Beltrán Leyva del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más violentas de México.

El Departamento de Justicia de EE.UU. ha señalado que esta es la primera vez que se imputan cargos de narcoterrorismo contra líderes de un cártel mexicano. La acusación se basa en la Orden Ejecutiva 14157, firmada por el presidente Donald Trump, que designó al Cártel de Sinaloa como una Organización Terrorista Extranjera.

Los fiscales han argumentado que los acusados han traficado decenas de miles de kilogramos de fentanilo, cocaína, metanfetamina y heroína hacia EE.UU., consolidando una de las redes de producción de fentanilo más grandes del mundo. Además, se les atribuyen secuestros, asesinatos, torturas y extorsiones, métodos utilizados para mantener su operación criminal.

Las autoridades estadounidenses han trabajado en conjunto con el FBI y la Unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) para rastrear las actividades de los Inzunza. En diciembre de 2024, se realizaron operativos en Sinaloa, donde se incautaron 1,500 kilogramos de fentanilo, la mayor cantidad decomisada en la historia.

Pedro Inzunza Noriega, alias "Sagitario", ha sido identificado como un líder clave en la logística y producción de drogas dentro del cártel. Su hijo, Pedro Inzunza Coronel, alias "Pichón", ha colaborado estrechamente en el tráfico de sustancias ilícitas.

El Departamento de Justicia ha enfatizado que perseguirá a los acusados hasta que enfrenten la justicia en una corte federal en San Diego, California. La acusación formal abre la puerta a una posible extradición, mientras EE.UU. estrecha la colaboración con el gobierno mexicano para combatir el crimen organizado.

Este caso marca un precedente en la lucha contra el narcotráfico, al considerar a los cárteles como organizaciones terroristas, lo que podría cambiar la estrategia de seguridad en la región.