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CFE anuncia inversión récord para fortalecer generación y transmisión eléctrica en México
INVERSIÓN RÉCORD
México anunció un nuevo impulso a su sistema eléctrico con una fuerte combinación de inversión pública y privada, que busca asegurar la mayoría estatal en la generación y acelerar la transición energética. La CFE concentrará recursos en nueva capacidad firme y en energías limpias, mientras que la iniciativa privada aportará principalmente proyectos solares y eólicos.
PROYECTOS CFE: GENERACIÓN FIRME Y ENERGÍA LIMPIA
La directora de la CFE, Emilia Calleja Alor, detalló que la empresa ejecutará cinco proyectos prioritarios de generación firme —principalmente centrales de ciclo combinado— que añadirán cerca de 3,000 MW de capacidad al sistema.
La inversión estimada es de 4,328 millones de dólares, más de 80,000 millones de pesos, y se inscribe en la meta de que el Estado mantenga al menos 54% de la generación eléctrica nacional.
Entre estos proyectos resalta la central de ciclo combinado Francisco Pérez Ríos II, en Tula, Hidalgo, considerada la primera central construida en esta administración. Junto con Tula, las plantas de Salamanca, Altamira y Mazatlán están en fase de ingeniería para iniciar obras en el corto plazo.
- Calleja subrayó que varias de estas centrales se edificarán dentro de instalaciones ya existentes de la CFE, aprovechando terrenos, líneas, subestaciones y servicios auxiliares. Esta decisión permite reducir tiempos de construcción, costos y riesgos técnicos, además de acelerar la entrada en operación comercial y responder con mayor rapidez al crecimiento de la demanda industrial y residencial.
En energías limpias, la CFE dará continuidad al megaproyecto fotovoltaico de Puerto Peñasco, Sonora. Las fases 3 y 4 aportarán 580 MW adicionales, con una inversión cercana a 710 millones de dólares; la fase 3 iniciará obras la próxima semana y la fase 4 en febrero de 2026.
Una vez concluidas todas las etapas, Puerto Peñasco alcanzará 1,000 MW de capacidad, lo que lo convertiría en el parque solar más grande de América Latina, suficiente para abastecer a una ciudad del tamaño de Guadalajara o Mérida y para evitar la emisión de más de un millón de toneladas de CO₂ al año.
Además, se anunciaron dos proyectos fotovoltaicos en Coahuila —Carbón II y Río Escondido— que sumarán 556 MW y requerirán alrededor de 826 millones de dólares.
A ellos se agregan otros tres proyectos limpios (dos solares y uno eólico) en Durango, Quintana Roo y Guanajuato, que aún se encuentran en proceso de evaluación técnica y económica, pero que forman parte del portafolio de transición energética de la empresa.
REFUERZO DE LA RED DE TRANSMISIÓN
Para acompañar la nueva generación y el crecimiento del consumo, la CFE ejecutará 66 proyectos prioritarios de transmisión entre 2025 y 2026. El objetivo es eliminar cuellos de botella, reforzar líneas y subestaciones claves y asegurar que la energía generada pueda entregarse con calidad y confiabilidad en las zonas industriales y urbanas de mayor dinamismo.
De estos 66 proyectos, 22 serán licitados en el último trimestre de 2025 y los 44 restantes a lo largo de 2026.
Cada uno cuenta con un calendario definido y un esquema de seguimiento puntual, lo que busca evitar retrasos históricos en líneas críticas y mejorar la estabilidad del sistema frente a la integración de más renovables intermitentes.
INVERSIÓN PRIVADA: SOLAR, EÓLICA Y ALMACENAMIENTO
La secretaria de Energía, Luz Elena González, informó que la convocatoria lanzada en octubre para nuevos proyectos privados de generación recibió cerca de 98 propuestas. Tras un proceso técnico y financiero de selección, se eligieron 20 proyectos: 15 centrales fotovoltaicas y cinco parques eólicos.
En conjunto, estos proyectos privados aportarán 3,320 MW de nueva capacidad instalada, además de 1,488 MW de almacenamiento (baterías u otros sistemas), con una inversión estimada de 4,752 millones de dólares, alrededor de 90,000 millones de pesos.
Se desarrollarán en 11 estados, entre ellos Campeche, Hidalgo, Yucatán, Oaxaca, Tamaulipas, Veracruz y Querétaro, lo que permitirá diversificar la matriz regional y aprovechar distintos recursos solares y eólicos del país.
González destacó que estos proyectos se enmarcan en un esquema de "planeación vinculante", mediante el cual el Estado recuperó la rectoría sobre dónde, cuándo y cómo se construyen nuevas centrales.
- Esto significa que los permisos y autorizaciones se alinean con los estudios de confiabilidad y de necesidades de expansión de la red, acelerando trámites sin relajar el rigor técnico, y asegurando que la expansión privada contribuya tanto a la transición energética como a la justicia energética, es decir, a un acceso más equitativo y estable a la electricidad.
La mayoría de estos proyectos privados está programada para entrar en operación entre 2027 y 2028, por lo que funcionarán como la "segunda ola" de expansión renovable que acompañará el crecimiento industrial asociado al nearshoring y a la relocalización de cadenas productivas.
OBJETIVOS: 54% ESTATAL, TRANSICIÓN Y CONFIABILIDAD
En conjunto, la cartera anunciada —más de 80,000 millones de pesos de inversión directa de CFE y alrededor de 90,000 millones de pesos en proyectos privados— se orienta a tres grandes objetivos:
- Mantener el control estatal de al menos 54% de la generación; robustecer la confiabilidad del sistema eléctrico nacional con nueva generación firme y más transmisión; y acelerar la transición energética con grandes proyectos solares, eólicos y de almacenamiento.
La estrategia combina centrales de ciclo combinado para dar respaldo y estabilidad a la red, megaproyectos solares como Puerto Peñasco y nuevos parques renovables y de baterías en varios estados, junto con una expansión significativa de líneas y subestaciones.
Con ello, el gobierno busca responder tanto a la demanda interna en crecimiento como a los compromisos de descarbonización, sin ceder la mayoría de la generación a manos privadas.

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