¿Qué sectores se beneficiarán y cuáles no si el presidente Trump repite mandato?

“La segunda pastilla cuesta 1 dólar, la primera costó cuatrocientos millones”, con esta frase uno de los miembros del gabinete de la administración del Presidente, Josiah Bartlet (interpretado por el genial Martin Sheen en la gran serie El lado oeste de la Casa Blanca), ponía sobre la mesa la importancia de ponderar no sólo el coste, desmesurado a veces, de medicinas de primera necesidad, sino también la gigantesca inversión que estas empresas privadas realizan con el objetivo final de mejorar las expectativas de mejora de los enfermos, aunque sea con el, legítimo, objetivo de ganar dinero.

Es evidente que el beneficio empresarial y el derecho humano a la salud deben ir de la mano, sin el primero parece que no se puede avanzar en el segundo, ya que la iniciativa pública parece incapaz de desarrollar medicamentos y tratamientos con la eficacia de la iniciativa privada, y antes de la pandemia (concretamente un año vista para las elecciones), esos intereses estaban siendo puestos en el punto de mira por la presidencia Trump, que pretendía bajar el precio de los medicamentos, que en el caso de los medicamentos para enfermedades raras, como las que desarrolla la empresa Alexion Pharmaceutical, pueden alcanzar precios estratosféricos, pero a su vez uno solo de esos medicamentos pueden suponer también gran parte del beneficio de la farmacéutica, como es el caso de Soliris y la citada farmacéutica Alexion, empresa que por cierto parece estar recuperándose del bache de marzo en su cotización.

¿Al rescate de las petroleras?

Siendo patente que las petroleras se encuentran en peor situación ahora que a comienzos de año (Exxon Mobile, una de las petroleras más importantes del mundo, ha perdido la mitad de su valor en lo que llevamos de 2020) Donald Trump anunció ya en abril que el gobierno federal saldría en rescate de un sector vital para varios de los estados que forman el país.

Esta postura no es ni mucho menos extraña, ya que no hay país en el mundo con una industria petrolera importante que no haya anunciado medidas de estímulo o ayudas públicas, así que tanto los gerifaltes como los trabajadores de las petroleras pueden estar seguros de que cualquier gobierno pondrá toda la carne en el asador para garantizar su futuro.

El futuro de la inversión a unos meses vista

Y más allá de las medidas que la administración Trump o la administración Biden vayan a tomar en sectores estratégicos como el farmacéutico o el petrolero, está el papel que desempeñará el inversor privado, que o bien tratará de entrar y salir de la bolsa arriesgando lo mínimo y ganando lo máximo, o bien también puede realizar trading online de acciones con CFDs intentando permanecer siempre a favor de la tendencia del mercado, o directamente guardará el dinero, por lo que pudiera pasar. Todas las opciones tienen sus riesgos y sus beneficios potenciales; entrar en una bolsa que se desploma puede parecer la clásica caza de gangas, pero ¿volverán a subir dichas acciones para que el riesgo haya valido la pena?, quizás sí, pero no hay que comprar solo porque está barato. Por otro lado está el trading online, que si se sabe leer el mercado y se consigue que las correcciones al alza y a la baja no saquen al trader de su posición, además de tener desarrollada una estrategia correcta, puede tener opciones de éxito, aunque con los CFDs ya se advierte que las pérdidas pueden ser muy elevadas debido al apalancamiento que caracteriza al trading online.

Y por último está la opción más conservadora, guardar el capital a la espera de acontecimientos debido a la incertidumbre y alta volatilidad actual, que tantos riesgos hace asumir al capital. Sea la que sea la opción que elija el inversor privado lo primordial son profundos conocimientos y mantener la cabeza fría para realizar una buena gestión del capital y del riesgo al que este se expone.

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