Tabasco se está quedando sin costas
Octubre 19, 2018 - 02:15 p.m.
El daño provocado y causado por el ser humano a la naturaleza es innegable de notar, pero no irreparable para levantarla...
El daño provocado y causado por el ser humano a la naturaleza es innegable de notar, pero no irreparable para levantarla; una correcta distribución territorial, disminución en el uso de combustibles fósiles y un buen cuidado de las barreras marinas naturales sería el método para frenar el avance del mar en poblados como el de los ejidos "Los Alacranes" esto en las costas de la barra de santana en Sánchez Magallanes, ubicado en Cárdenas, siendo este sitio catalogado por instituciones y dependencias tales como la UNAM, la UJAT y la ONU como la costa más afectada del país, derivado de la erosión marina y el cambio climático que presenta el estado de Tabasco en los último años.
En tan sólo poco más de 30 años el mar ha avanzado tierra adentro en distancias que oscilan entre los 150 y 400 metros pudiendo borrar del mapa a esta pequeña franja costera en unos 40 años, según comentan los especialistas en Protección Civil.
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Para el personal activo de este instituto y algunos especialistas reunidos en la zona, la disminución de las costas es natural, pero que, sin embargo, ha sido agravado por los efectos del cambio climático que han provocado tormentas y eventos climáticos fuera de lo común en las tierras pertenecientes a la Chontalpa tabasqueña.
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El aumento en los niveles del mar que se han identificado a nivel global, es poco más de tres o cuatro milímetros al año, que no pareciera mucho, pero que se está acelerando por el deshielo de las masas polares y los glaciares de las diferentes montañas, y esto ayuda a que la erosión sea, aunque no parezca, un poco más fuerte, además de esta variación de los eventos hidrometeorológicos.
El avance del mar ha destruido, por lo menos, tres kilómetros de casas, restaurantes, escuelas y caminos, obligando a los habitantes de toda la barra de Santana a ir retrocediendo tierras adentro.
Para evitar el constante golpeteo de las olas y la erosión mariana, la Semarnat implementó un programa de barreras artificiales llamadas geotubos. Estas barreras eran contenedores textiles rellenos de arena y/o mezclas de diferentes materiales. No obstante, en un par de años fueron enterradas por el mar, siendo un fracaso en la lucha por recuperar esta costa tabasqueña ya que desaparecieron o fueron comidas poco a poco por el salitre marítimo.
Para los expertos, las mejores barreras son las formadas naturalmente en los lechos marinos. Sin embargo, la actividad petrolera, la contaminación de las costas y la pesca descontrolada, han afectado los procesos reproductivos de plantas y animales en la zona evitando la formación de estas barreras, mismas que en la actualidad sólo se ven barrancos que llegan a medir los 15 metros de altura, teniendo nula la existencia de playas en la zona.
La ONU ya trabaja en esta zona a través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, con la intención de implementar acciones enfocadas a proteger las zonas más vulnerables de la costa.
Durante un recorrido realizado por personal de protección civil y esta casa editorial, se pudo constatar que la carretera en diversos puntos desapareció dejando sólo a la vista los diversos barrancos y dan pie a diversos pasos improvisados por los lugareños para poder trasladarse de un lugar a otro dentro de la barra santanera.
El proyecto actual es salvar esta zona y reducir el riesgo de peligro con la investigación, formación e implementación de acciones y programas que disminuyan o anulen esta grave erosión.
