Tres tigres de bengala que fueron asegurados se mueren de hambre a causa de negligencia por las autoridades
Marzo 05, 2022 - 10:20 p.m.
Nunca los vinieron a traer, cerraron todo, le pusieron sellos de embargado y nunca vinieron a recoger nada, nadie alimentó a los animales y al final se murieron de hambre.
En la cabecera municipal de Quechultenango, Guerrero, tres tigres de bengala que permanecían resguardados por la Fiscalía General del Estado, la Guardia Nacional y el Ejército murieron encerrados en una jaula en la cuál estuvieron varios días sin agua ni alimento.
En la calle Libertad, los elementos de seguridad dieron a conocer el aseguramiento de 28 kilos de mariguana, 11 vehículos y una motocicleta con reporte de robo, los tres tigres de bengala y un arma de uso exclusivo.
Además, se reportaron resultados en la comunidad de Tlanicuilulco, donde fueron asegurados siete automóviles, se encontró un terreno habilitado como deshuesadero y se aseguraron cinco casas, entre otras cosas a las que se les pusieron sellos de seguridad.
Las autoridades no pudieron sacar de Quechultenango ni de Tlanicuilulco los objetos ni animales incautados, porque el 16 de febrero decenas de habitantes no les dejaron salir y los detuvieron por alrededor de seis horas.
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Más adelante, fueron liberados tras aceptar firmar una minuta de acuerdos, donde se comprometían a sólo realizar operaciones acompañados por la Policía Preventiva Municipal y las guardias comunitarias.
En el penúltimo párrafo del comunicado emitido la noche del 17 de febrero, 24 horas después de la retención, la FGE informó que “los tres ejemplares de tigre quedaron a disposición de la autoridad competente”, que podía ser la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) o la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
“Nunca los vinieron a traer, cerraron todo, le pusieron sellos de embargado y nunca vinieron a recoger nada, nadie alimentó a los animales y al final se murieron de hambre”, comentó un vecino de Quechultenango.
Usuarios de redes sociales compartieron fotos de los tigres a través de Facebook, donde se observaba a los tigres de bengala tirados dentro de una jaula estrecha con recipientes de comida y agua vacíos.
La especulación en torno a la imagen se generó de inmediato, debido a que muchos internautas señalaban la posibilidad de que se tratara de un montaje.
Sin embargo, el día de hoy los habitantes de Quechultenango, confirmaron la versión de que los tigres asegurados habían muerto.
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