Celebran a San Juan Bautista

donde había algarabia, mucha gente que llegaba de 30 comunidades cercanas al templo al son de la música de viento, cohetes y globos a entregar sus regalos y ofrendas.

Mientras que en las calles de Jalupa, era un al alboroto y romeria; un vaivén de gentes, con colores y gustos por comidas y bebidas. En sí una Pamplona tras los toros, caballos y griterias de felicidad. Pero eso se vivió hace dos años, la pandemia la ha extinguido por el momento.

Ahora es diferente, el tiempo cambió, la enrama también. Ahora es San Juan Bautista el que sale en un carro alegórico, acompañado del sacerdote Luís Martínez, en camionetas y músicos a las casas, a buscar sus regalos.

Cuando la banda musical "la Picosa" de Vicente Guerrero primera sección de Jalpa vuelve a tocar; sale San Juan Bautista en ese carro alegórico hecho para la ocasión, una choza típica del tabasqueño guano y adornos de escobas de colores, abanicos, frutas y rodeada del bambú.

Al frente de la imagen van nidos de gallinas y sobresalen la familia choca; un campesino y una ama de casa con cubeta en mano; además de cerdos, borregos y aves de traspatio como pavos, pollitos y una vaca pinta. Al ver este carro alegórico los habitantes recuerdan la vida campirana de sus antepasados y aún a la fecha de las comunidades del sur de Jalpa.

Después de las enramas de los niños; adolescentes y jóvenes los regalos que son entregados en las casa; de inmediato son llevados en camioneta al atrio de la parroquia; ahí hay un puesto improvisado con lonas azules, mesas y un grupo de servidores que reciben y venden los regalos de inmediato como son: Pavos, borregos, pollos, patos, pijijes y sin faltar las frutas de la temporada mangos, plátanos, piñas,cacao, maíz verde, chinin, zapote y frutas exótica como la yaca, cuyo valor es de 500 pesos.

"Esta enrama está tan buena que hasta fruta exótica como la Yaca, le llega a San Juanito". Dice una persona que mira la extraña fruta, la toca, pues creía que era un pan de sopa. Pero le aclaran que es una fruta originaria de los países de Indonesia o la India pero que se cultiva en Jalpa. Cuyo color por dentro es semejante al mango. Su sabor es una mezcla parecido al mango naranja, piña, guanabana, plátano y papaya. Por eso también le llaman "la fruta con todo el sabor de las frutas".

Miéntras que las misas siguen la gente llega y al salir de las celebraciones se van de compra al puesto de los regalos y frutas a buenos precios. En otra parte hay un grupo de mujeres que reparten el tradicional pozol ubicadas en la puerta principal. Ahí tambien hay música un coro canta temas alusivos a San Juan; el calor es insoportable todos corren a beber y buscar refugio. La fiesta sigue hasta el 24 de junio, los regalos y los repique de campana también y como dicen los cubanos "hasta el sol de hoy" San Juan sigue de pie.