Estudian planes hidráulicos internacionales
El investigador Emmanuel Munguía Balvanera propone aplicar lo más exitoso, no repetir errores
México y en especial Tabasco deben aprender de los planes hídricos aplicados en otras partes del mundo, usar las propuestas exitosas y saber que sólo la infraestructura para controlar el agua es insuficiente, advierte Emmanuel Munguía Balvanera, doctor en Hidráulica y Medio Ambiente, quien junto a un grupo de investigadores analizó varias experiencias en el mundo para enfrentar inundaciones.
Tras hacer entrega a Diario Presente del estudio “Propuesta de Visión de un Plan de Agua para Tabasco basado en experiencias internacionales”, elaborado por el propio Munguía Balvanera, Glenda Lizbeth López Broca, Miguel Ángel Balladares Sánchez y María de los Ángeles Pérez Villar, el también catedrático de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco cuestiona que nos hemos ocupado de buscar cómo sacar rápidamente el agua al mar en lugar de aprovecharla.
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Para Munguía Balvanera es el momento de hacer algo verdaderamente trascendental en materia de agua y protección a los pobladores.
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Víctor M. Sámano Labastida.- A 13 años de la Gran Inundación hoy tenemos tres consecutivas, ¿hemos aprendido algo?
Emmanuel Munguía Balvanera.- Sí, aprendimos primero que no debemos pensar solo en infraestructura para controlar el agua, es insuficiente; también que no podemos resolver el problema nada más en Tabasco. Tiene que ser en la cuenca. Se requieren estrategias generales; el problema es multifactorial pero hay que atender cada uno de los casos a partir de una estrategia general.
VMS.- ¿Hay acciones concretas?
EMB.- Una sería tanto para Tabasco como para Chiapas retener el agua, poniendo barreras de todo tipo en la parte alta para irle quitando energía a las corrientes. Esas barreras también servirían para desviar un poco el agua y hacer uso para la siembra, para beber y además recargaría los acuíferos y servirá para tener mejores cosechas. Eso ayudaría que el pico no fuera tan alto, lo achaparramos y lo alargamos en el tiempo. Muy parecido a lo que se hace con el COVID-19. Retener el agua, guardarla y cuando hay exceso trasladarla. No hay que perder de vista que como no tiene forma de retenerse baja a nuestra planicie con mucha fuerza rápidamente y se inunda.
VMS.- Ustedes hicieron un análisis pormenorizado de varias experiencias.
EMB.- Las agrupamos en tres categorías y los planes que son como los nuestros de poco éxito y muy costosos; hay unos basados en la intuición, otros que lograron aprovechar el agua y los mejores con sistemas de visión mundial.
VMS.- Entre las propuestas, me comenta, está retener el agua en Chiapas…
EMB.- Eso también para Tabasco. La opción que da Holanda es tener una gran cantidad de canales. Así siempre tienes agua; sirven para retenerla y también desecharla. De que nos inundamos nos inundamos, pero con mi equipo de investigación hicimos una simulación con retícula de canales y retomamos de la tradición maya. Ellos han vivido aquí tres mil años o más. Idearon la retícula de canales que se acaba de descubrir el año pasado. Son bastante eficientes.
VMS.-¿Y cómo saben que funcionaban?
EMB.- En una región de la Chontalpa, aprovechando los canales ya hechos simulamos otros en computadora. Trabajamos la lluvia con canales y sin canales. Sin canales el agua se retuvo hasta una semana; con canales se tardó como cuatro o cinco horas. Hicimos la retícula grande, haciéndola más pequeña el agua escurre más rápidamente. Esa una de las estrategias que se podría usar. Insisto: retener el agua, guardarla y trasvasarla.
HACE FALTA COMPROMISO
Sostiene el catedrático e investigador que es determinante la participación de la gente: “La acción de un grupo de científicos y del gobierno no puede ser unilateral. Todos los organismos internacionales están llamando a que participen quienes viven el problema en carne propia. La población tiene que avalar las obras porque una estrategia como la que comento afectará a una zona pero otra se va a beneficiar porque tendrán agua de riego. Actualmente las cosechas en Tabasco son tres al año. Los mayas y los aztecas tenían siete al año, los holandeses 15 cosechas al año. Esta sequía que pasamos fue bastante drástica. Tenemos que aprovechar el agua. Mucha de la infraestructura que se ha hecho es para desalojarla y no para aprovecharla”.
VMS.- ¿Tenemos información suficiente para prever?
EMB.- Los pronósticos se hacen estadísticamente por las lluvias que han acontecido durante 50 años; pero en periodos anteriores no teníamos el cambio climático y no reflejan muy bien la realidad. Tenemos que ver cómo alertar a la gente para que se vaya preparando en lo que puede acontecer y evitar el mayor número de pérdidas. Tuvimos varios años de sequía, estos que vienen, dos o tres, nos va llover muchísimo.
VMS.- Has trabajado con sistemas de simulación en la computadora, ¿Es posible ese mecanismo para ayudar a la gente?
EMB.- Ya hicimos intentos hicimos en un programita, nos vimos muy limitados y nadie nos hizo caso. Acudimos a la Conagua, a varias instancias, pero todo lo ven como negocio, no buscan el bien común. Con una estudiante tabasqueña que estaba en el Cinvestab intentamos hacer una alerta temprana mediante los monitores de lluvia que tiene la Conagua; presentarlo en tiempo real a los usuarios para que cualquier persona pueda ver donde está lloviendo más y se pueda prevenir.
VMS.-¿Qué sucedió?
EMB.- Nos negaron los datos, dijeron que no podían publicarse pero quien paga las estaciones es el pueblo. Hicimos un software que colocamos en una plataforma del gobierno del estado. Nos ayudó el CCyTET, con un poco de dinero, nada más funcionó unos cuantos días y nos cambiaron las contraseñas de las estaciones y ya no pudimos hacer nada. Después hicimos simulaciones de escurrimientos, pero desgraciadamente nuestras computadoras son muy limitadas. Ya habíamos hecho la del 2007 y nos salió muy bien. Cuando quisimos seguir no hubo recursos. Sin apoyo no se puede avanzar.
VMS.- ¿Qué se puede hacer en este aspecto?
EMB.- Hay un software está tratando de hacer simulaciones más rápidas, pero como son grandes extensiones queda muy aproximado. De hecho estoy trabajando con una maestra de Ciencias Sociales para mapas de riesgo, simulando nada más la topografía, no hablando de periodos de retorno sino de cosas básicas: se inunda, no se inunda, se inunda poco. Con el cambio climático no sabemos qué va a suceder. Estos mapas son para trabajar con la población, que vean su calle, su colonia, dónde se inunda y que ellos decidan dónde van a poner un albergue, como van a salir. Algo que podamos aportar.