Historia del 68: En Tabasco fuimos encarcelados

Recuerda que en el 67 las manifestaciones en contra del gobierno comenzaron porque hubo agresiones a los estudiantes por parte de la policía, la cual tenía como jefe a un tal Piñera Morales, quien se destacó por ser arbitrario en contra de la comunidad estudiantil.

“Teníamos una federación, y el presidente era Mario Barrueta García, quien realmente encabezó el movimiento, yo formé parte, y nos reuníamos para discutir casos de agresiones a compañeros estudiantes, y sobre el movimiento que había en otros lugares del mundo, fue una ola que nos llegó aquí a Tabasco, luego se juntaron las demandas para que se diera una buena educación, y sobre todo hubo un elemento, que el gobierno tenía gente adentro de la Universidad como los porros, quienes causaban problemas”, indicó.

“En una ocasión llegó un grupo a la Ciudad Universitaria y provocó que se ahogara en la laguna de Las Ilusiones un muchacho de la escuela Normal, los porros lo acosaron, se aventó al agua y ya no pudo salir”.

Lenin González dice que esa fue una de las causas que movilizó a todos los estudiantes, y empezaron las manifestaciones, y las autoridades en lugar de dialogar, dar alguna solución, los reprimieron, por eso crecieron de tono, al grado de instalarse en Plaza de Armas.

En el mes de octubre del 67 se empezó a detener a sus compañeros, y se escondieron en la Federación, que se ubicaba en la biblioteca José Martí; ya tenían orden de aprensión, ahí estuvieron por un tiempo rodeados de policías. “La gente nos pasaba comida para sobrevivir; éramos Mario Barrueta, Víctor Manuel López Cruz, Víctor Hernández López, uno que le decíamos El Chino de apellido Flores, Manuel Chiricuto, entre otros”.

“Teníamos bombas molotov y dos rifles que le habíamos quitado a la policía, pero en una madrugada llegó un comandante de la zona militar para hablar con nosotros, quien nos dijo que tenía órdenes de sacarnos, liberar esa área y detenernos, y que no era justo que muriéramos como unos cualquiera”.

Comenta que se comprometió a respetarles su dignidad, y la decisión que tomaron fue entregarse. En el batallón fueron encarcelados, pero tratados bien, sin recibir golpes.

“Al otro día fue el escándalo, la gente se arremolinó frente al Batallón, nuestros familiares, amigos, compañeros, hasta hubo un balazo a un joven que protestaba de apellidado Yabur. A los dos o tres días nos reclamó la Procuraduría, nos llevaron a los separos de la policía, mientras la gente seguía protestando que nos liberaran”.

Nos interrogaron personas que vinieron de México, querían saber quién nos pagaba, si había agentes cubanos, rusos, creyendo que teníamos subvención de grupos comunistas, supongo que era la tónica que tenían para todo el país que había una revuelta provocada por la izquierda internacional.

Finalmente nos consignaron por diversos delitos: usurpación de funciones, portación de armas ilegales, nos llevaron a la cárcel que estaba donde es ahora la secretaria de Finanzas, y empezaron a detener más estudiantes y a personas que no tenían nada que ver.

Cuando se da el movimiento el 2 de octubre, nosotros seguíamos presos, nos dijeron que firmáramos un desplegado donde se mencionaba que no teníamos nada que ver con el movimiento estudiantil de la ciudad de México, pero acordamos que no íbamos a firmar nada, que al contrario declarábamos que estábamos con ese movimiento estudiantil, porque pensamos que quizá vendrían a liberarnos; finalmente nos dieron la libertad, pero mucho después del 2 de octubre del 68.