Indígenas choles piden abundancia hacen ritual de la abundancia en Cuviac

Con estos elementos, una anciana inicia el ritual saliendo desde la puerta de su cocina recorriendo las cuatro esquinas de la humilde vivienda  ‘sembrando’ una veladora 'Ñichän' con semillas sanas de maíz o frijol, según sea el que se tenga o cosecha, a su alrededor, al tiempo que en lengua Cho’l se realizan las peticiones a la Madre Tierra con mucha devoción, colocando pequeñas cantidades de aguardiente, para que durante este año se mantenga la prosperidad y salud de la familia, los vevinos y las cosechas del campo que alimenta a toda la comunidad.

Tal y como la señora Maria del Carmen Cruz López continúa haciéndolo transmitiendo esta tradición a sus nietos que la ayudan, pues muy pocas personas siguen realizándolo en la comunidad.

Este parsimonioso recorrido que se realiza con la anuencia del sol, es una constante petición de bienestar  prosperidad en lengua originaria, no sólo recorriendo los alrededores y realizando ofrendas en cada esquina, sino también sahumando cada habitación de la vivienda por el bienestar de sus ocupantes.

En este antiquísimo ritual los indígenas choles continúan demostrando que su fe y tradición se mantiene viva, y que a pesar de la pérdida de tradiciones están dispuestos a transmitirlas a los suyos por amor y respeto a la Madre Tierra, al igual que el uso del campo, de los granos que han sido el principal alimento de todas las etnias de este país, fortaleciendo con velas, estoraque, granos y oraciones choles los pilares de cada hogar.