Testimonio: De petrolero a vende dulces
“El otro día por poco y me contratan llegue tarde era el número 15 de la lista y sólo se llevaron a 14, no tuve suerte”, indicó
“Trabaje 7 años en plataformas, mi sueldo era bueno, mi esposa no trabajaba, el 23 de abril del 2015 me despidieron y desde ese entonces he hecho de todo para llevar a casa algo de dinero”, es la historia de Juan Gabriel Perera Morales, quien vende dulces y paletas afueras del Cobertizo de Paraíso, Tabasco.
A lo largo de estos 5 años, Juan, ha lavado coches, fue cajero, hoy vende dulces, chicles y pozol.
Aunque Juan, es ingeniero en Sistemas Computacionales y tiene una amplia experiencia, no logra regresar a alguna compañía que le permita cuando menos formar parte del sector energético”.
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Presume que cuando formó parte de una compañía, su vida era diferente, su esposa no tenía la necesidad de trabajar, su sueldo quincenal era de 13 mil pesos, horas extras, seguro de vida y hasta un seguro de gastos mayores, que uso para pagar el embarazo de su esposa.
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Con tristeza en su rostro, recuerda que en su hogar no había ninguna necesidad, los 13 mil pesos le alcanzaban para llevar una vida tranquila, hoy con 100 pesos diarios apenas le alcanza, pero prefiere ser optimista y pensar que pronto llegará su oportunidad.
La necesidad y las ganas de darle una mejor vida a su familia, han llevado a Juan, a realizar diferentes actividades e incluso, todos los días por las mañanas, se pasea afueras de las compañías que aún sobreviven en Paraíso a ver si encuentra alguna vacante, “el otro día por poco y me contratan llegue tarde era el número 15 de la lista y sólo se llevaron a 14, no tuve suerte”, indicó.