Como parte del plan de control del gusano barrenador, Javier May dio a conocer que semanalmente se liberan en Tabasco más de 100 millones de moscas estériles, las cuales son traídas desde Panamá.
El estiércol de las gallinas de las granjas se pone al aire y al sol para transformarse en composta orgánica, lo que ha provocado una plaga de moscas en las localidades situadas a 30 kilómetros a la redonda.