Amenaza delincuencia a iglesias

Sin embargo, de acuerdo a personal de seguridad de la Catedral han recibido amenazas y han sido intimidados, pues hace un año este recinto católico en sus estacionamientos eran cristaleados hasta cinco vehículos diarios, fuera y dentro de las instalaciones.

A la fecha, existen dos guardias de seguridad que permanecen en la Catedral del Señor de Tabasco, con el objetivo de disminuir el número de robos al interior de vehículos, por ello con el apoyo de elementos de Seguridad Pública y los guardias de seguridad privada han logrado que ya no haya este tipo de delitos. Por ser una de las iglesias donde asisten más feligreses, se optó por colocar cámaras de vigilancia, a su vez ampliar el estacionamiento para dar mayor seguridad a los feligreses y evitar estas situaciones y éstas han inhibido en un 95% los robos.

REPRUEBAN ACTOS

La Diócesis de Tabasco en la entidad ha reprobado los recientes robos que se han registrado en las parroquias y capillas de la iglesia católica y analiza la posibilidad que en los templos más representativos de la entidad se coloquen cámaras de vigilancia y guardias de seguridad privada. Generalmente en esta clase de robos los delincuentes buscan piezas de valor y piensan que las iglesias guardan cosas en el Santísimo, como metales de oro o de otro tipo, sin embargo solo es un recipiente que para la fe católica es de respeto y un pecado quien hurta las ostias y que es dominado como sacrilegio.

De 2009 a la fecha, suman un total de ocho robos a las iglesias, entre los que más ha sido relevante el robo de las joyas de la Virgen de Cupilco, entre ellas la corona de oro, que en su momento su Santidad Juan Pablo II, colocó en su visita a Tabasco. Con las amenazas de las que han sido víctimas los guardias de seguridad de la Catedral, en el caso de los sacerdotes, el obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López, descartó que estén siendo víctimas de intimidación, amenazas o extorsión por parte de grupos delictivos como en otras entidades que los laicos han perdido la vida a manos de los delincuentes. “Hasta ahora no hay eso en el estado, sólo hemos tenido eventos en los que se meten a las ermitas a hurtar lo de valor, como los micrófonos, las bocinas, climas, instalación eléctrica o de agua”, añadió.

Explicó que para la iglesia católica lo más grave en los robos en las iglesias son los sacrilegios que se cometen con la Sagrada Eucaristía, debido a que cuando se roban el recipiente en el que se resguardan, las ostias consagradas quedan tiradas por todas partes, lo que para la iglesia representa un gran pecado. “El robo de hostias y copas consagradas es una profanación y se estaría cometiendo un pecado de sacrilegio, no es un castigo físico sino uno que atenta contra las cosas santas, contra Dios. Y del que atenta contra Dios y contra las cosas santas, se encargará el Señor”, dijo.