¿Has sido víctima de algún taxista “gandalla”?

Hay que hacer justicia, cuéntanos tu experiencia y ayudemos a que otras mujeres o tal vez hombres, no caigan en las trampas de ruleteros “delincuentes”

El Sol del Sureste y Diario Presente, abren éste espacio para que jóvenes hombres o mujeres que han sido víctimas de choferes de taxis que andan delinquiendo, nos cuenten sus experiencias y con los datos que puedan aportar ayudemos a que las autoridades terminen de integrar expedientes y solicitar órdenes de aprehensión contra éstos hampones que escudándose detrás de un volante del servicio público; andan asaltando, abusando sexualmente o incluso asesinando sin que nadie los frene. ¡Ya basta de tanta impunidad!.

¿Has sido víctima de algún taxista “gandalla”?

Esta es la historia de Marina “N” –el nombre es ficticio para resguardar su identidad-. Ella salió como todos de constumbre de su trabajo cansada de un agotador día, caminaba hacia la parada cuando de pronto se le acercó un taxista quien amablemente le preguntó a dónde se dirigía, ella le dio su destino y él aceptó llevarla.

Dice que vio iba alguien atrás, pero como a esa hora salen muchos empleados como ella no le tomó importancia, ya que anteriormente así había tomado taxis, siempre acostumbra a ver los números del auto al que se sube, pero lamentablemente ese día a inicios de éste mes de octubre no se fijó.

Marina se subió en el asiento de adelante, en el cristal solo se apreciaba el número 019, porque había un paquete de toallas de esas redondas tapando lo que sería un número más, o tal vez ninguno. Todo iba normal, de pronto el taxista le pregunta al pasajero de atrás si traía cambio, el hombre le pasa un billete de 200, después le pregunta a ella y le dice que sí llevaba cambio, mientras eso ocurría Marina le avisó a su hermano que ya iba a casa, al tiempo que revisa sus mensajes en el celular.

El ruletero le pregunta al pasajero que si dónde lo deja, éste le responde que del otro lado del puente –hacia el parque Tabasco-, a lo que le dice pero te voy a cobrar 40, más adelante el taxista dobló hacia la izquierda y seguía avanzando, ella sintió que avanzaba más y más lo que se le hizo muy sospechoso, armándose de valor tomó las llaves largas que llevaba y las puso entre sus dedos.

Marina narra con gran dolor recordando su amarga experiencia.

“No se por qué, tal vez fue mi instinto, avisé con quien estaba hablando el número que veía del taxi, y justo cuando enviaba mi ubicación en tiempo real a mi hermano, el taxista se dio cuenta y pegó el frenón, jalándome el celular bruscamente me dijo ¿quieres hacerme pendejo?. Lo primero que pensé fue, me van a violar, con todas las fuerzas que pude comencé a picarlos con las llaves, el de atrás me abrazó queriéndome ahorcar, pero yo subí un pie y comencé a patear al chofer, mientras los picaba con las llaves, seguía forcejeando con los dos y seguía luchando.

Sólo podía pensar que si me iban a matar, iba a luchar hasta donde pudiera, pues no era esa la forma en la que quería dejar este mundo, el chofer comenzó a golpearme fuertemente en la cara, me quitó el cinturón de seguridad y comenzó a gritarle a su cómplice:

–“Esta pen...ja, mejor mátala, mátala”, cuando dijo eso sentí un horrible vacío, pero con una de mis manos abrí la puerta del taxi, a como pude salí corriendo, sólo con las llaves en mis manos, corrí como jamás había corrido, se llevaron mi mochila, mi celular y unas compras del súper.

Llegué a la primera casa que encontré, toqué y toqué pidiendo auxilio, al principio no querían ayudarme, pero se asomaron, me vieron y sólo escuché que la señora dijo:

-“Madre santa, otra más, otra más”- . Me dijeron que tuve suerte, porque a las anteriores le echan un gas en la cara y las tiran al río –estaba en la ranchería Emiliano Zapata a orillas del Carrizal-. No, no tuve suerte, Dios se apiadó de mí; fue una experiencia horrible”.

A Marina, le golpearon la cara, le lastimaron el ojo derecho y quedó hinchada, la rasguñaron los brazos, le lastimaron un hombro, pero está con vida, ella logró librarla.

Tú puedes ser la próxima víctima, aprende a cuidarte y defenderte, todas y todos estamos expuestos a toparnos con un taxista delincuente. Historias de terror EN TAXIS ●

MEDIDAS DE PREVENCIÓN

Si abordas un taxi, lo primero que debes hacer es fijarte en el número y avisar de inmediato a algún amigo o familiar qué unidad abordaste y si ves el tarjetón del taxista anotar el nombre y enviarlo De preferencia no te subas, si va algún hombre o dos en la parte de atrás No andes sola de noche, pide a algún amigo que te acompañe Haz grupos con tus compañeros de trabajo y una ruta para que los vayan dejando uno a uno. Si sales de antro con tus amigos, fíjense bien si usan taxi o Uber, de preferencia busquen a choferes a quienes les tengan confianza y que les vayan a buscar donde estén o pidan a algún amigo o familiar les den el raid para evitar ser víctimas de la delincuencia.



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