Personas hacen caso omiso al llamado del uso de cubrebocas, a pesar de los altos índices de contagios en estas últimas semanas

La pandemia ha quedado atrás, el relajamiento de las medidas de seguridad ya quedaron en el pasado; pues con la llegada de la vacuna todos se siente más seguros.

Sin embargo, nadie hasta el momento ha generado los anticuerpos necesarios para indicar “ya estamos libre de toda enfermedad”, más aun de esta donde el virus aun porta su corona.

“Para que voy a utilizarlo, si me sofoco” fueron las palabras de un mayor de edad quien está sentado en uno de los banquillos de la calle Juárez quien con un simple pañuelo se cubre la boca la hablar.

Tiene la pierna levantada y la manga de su pantalón esta semi doblado, ya que sus zapatos tipo mocasín están recibiendo ese lustre que por varios días no le ha dado a manos de un niño de origen chiapaneco que por diez pesos desempeña tal trabajo.

El pequeño, se escasos diez años lleva consigo un tapabocas de trapo, de esos fabricados por las manos de su madre o hermana que venden a 35 pesos en la calle.

Siendo este niño quien solicitó a su cliente se cubriera correctamente boca y nariz; sin obtener más que una respuesta de desinterés al contagio.

Dijeran la física francesa MARIE CURIE…  “Nada en la vida debe ser temido, solamente comprendido; ahora es el momento de comprender más, para temer menos”.

A un año tres meses de la pandemia, Tabasco mantiene el riesgo alto de contagios ante un mal incomprendido por aquellos que no le teman a estar contagiados de un virus que lleva más de 4cuatro mil decesos en la entidad.

Realidad tan triste que mantiene una tercera ola de contagios que empieza a rebasar la barrera de los tres dígitos en la entidad; todo esto por la falta de comprensión de lo terrible que es esta enfermedad y pero aun cuando esta te lleva a la muerte.

Al realizar el recorrido por Sistema Informativo Tabasco (SIT) se pudo apreciar que los cuidados personales para hacer frente a la pandemia no son tomados en cuenta; en dos horas de andar por las calles de la ciudad 102 personas se observaron utilizando el cubre bocas de manera incorrecta o sencillamente no portándola.

Más aun sobre las calles de la zona luz, donde los testigos mudos de tal eventualidad son aquellos lavamanos que yacen inertes sobre las aceras de esta principal calle donde quedaron en el olvido por cientos de capitalinos que deambulan cotidianamente.