"Miento, luego inexisto"

De acuerdo a lo que arrojan las encuestas y lo expresado por las dos candidatas, más lo que han afirmado los distintos medios, la valoración para ser más acertada, debemos orientarla con el método deductivo del filósofo referido.

Siendo que la verdad no es absoluta y es relativa, esto es, responde a los intereses de quien la dice. Estamos enterados de las probabilidades estadísticas de que sea una mujer quien ocupe la silla presidencial en México; de las dos que participan en el proceso electoral, ¿a quién cree usted que le asiste una mayor razón para brindarles nuestra confianza? ¿Xóchilt Gálvez del Frente Amplio por México o a Claudia Sheinbaum de Sigamos Haciendo Historia?Seguramente algunos de los que se interesen por este contenido, deduzcan que el titular de la colaboración busca evocar la frase del filósofo y matemático francés René Descartes, de no ser así, permítanme explicarles brevemente que pretendo decirles. Este filósofo nació y se desarrolló entre los años de 1596 y 1650, y nos dejó como síntesis de su intelecto, basa en su experiencia de vida, que la única forma de llegar a la verdad es mediante la razón.

De acuerdo a lo que arrojan las encuestas y lo expresado por las dos candidatas, más lo que han afirmado los distintos medios, la valoración para ser más acertada, debemos orientarla con el método deductivo del filósofo referido. Para ello, debemos considerar que todos los actos conscientes del espíritu, siempre implican duda; para encontrar una verdad indubitable, ustedes podrán hacer una valoración de sus propuestas y las opiniones de quienes se dicen analistas dudando de todos, esto es una duda metódica y no una postura definitiva.

René Descartes estaba convencido de que la opinión y experiencia común de la humanidad no son confiables para buscar la verdad. Descartes fue aún más lejos con sus indagaciones filosóficas de la razón afirmando que, a pesar de que todos tenemos una mente y un cuerpo, la única certeza es la existencia de la mente (pensamiento, razón) pues no se puede estar seguro ni que nuestro cuerpo existe.

Utilizando este pensamiento para llegar a una razón más acertada, de quien reúne el mejor perfil para gobernar el país, ¿cree usted que Xóchilt Gálvez, quien requiere de un teleprónter para expresar un mensaje al electorado, atiende a un pensamiento razonable propio? Una inmenso porcentaje de la población mexicana que le han visto y escuchado, opinan que no; de contar con una concepción filosófica del país que quiere, tendría un pensamiento político de vida auténtico, mismo que le serviría de inspiración para sus propuestas, por lo que no requeriría leer en una pantalla lo que tiene que decir. 

Lamentablemente para quienes la impulsan –muchos de buena fe, otros no tanto-, Xóchilt Gálvez es un manojo de contradicciones que denotan no tener pensamiento propio. Quienes auspician a esta candidata, saben que lo que le escriban lo va expresar, por lo que es fácil escucharle hoy una propuesta y mañana negarla; se contradice. Saben que no va a ganar, por eso puede proponer maravillas; conscientemente sabe que no hay que cumplir nada. Sin embargo, puede llevar a la oposición el voto de los incautos y despistados a la oposición y, eso puede permitir a sus partidos salvar sus prerrogativas y no perder el registro.  Es lo que está en juego para Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, quienes aprovechan la esperanza (o de retorno) de los opositores al obradorismo.

Claro está, las cosas no son tan simples y sencillas. Los intereses que respaldan esta postura tanto extranjeros como nacionales, son muy ambiciosos; buscarán desacreditar a quien lidera las encuestas, tratarán de mancharla con sus calumnias y mentiras. Lo advirtió el presidente López Obrador: el intervencionismo externo y las amenazas no cesarán. Hay que apostarle a la madurez de la sociedad; que cada cual valore qué proyecto quiere y con quién. Afirmar para existir.