El Panteón Civil General de San Nicolás Tolentino, ubicado en la alcaldía Iztapalapa en la Ciudad de México, está ligado a la investigación de la exhumación de un bebé, posteriormente hallado en el Centro de Reinserción Social (Cereso) San Miguel, en Puebla.  Los papás del menor lo enterraron con la confianza de que ahí descansaría por siempre, pero nunca pensaron que su cuerpo sería exhumado y localizado en Puebla.

Los lotes de tumbas de niños están descuidados, algunos conservan el espacio donde alguna vez fueron enterrados y los pedazos de criptas son parte del inmobiliario local. Tras acceder de manera ilegal al panteón, los trabajadores del mismo abordan a los invasores, pero ofrecen ayuda tras explicar las razones del ingreso. “Se meten a hacer maldades, vienen tiran brujerías y cosas así (…) Luego tiran aquí melones, plátanos, pero de esas canastotas con cabezas de puerco, de res de gallina”, dijo uno de los trabajadores del panteón.

En el lote C5, a unos 500 metro de una barda que divide al panteón con una unidad habitacional, Milenio ubicó la cripta del menor que fue exhumado y trasladado al penal de Puebla, la cual fue acordonada y resguardada por elementos de la policía capitalina.  El panteón civil de Iztapalapa es uno de los principales cementerios de la demarcación. En el lote C5, a unos 500 metro de una barda que divide al panteón con una unidad habitacional, Milenio ubicó la cripta del menor que fue exhumado y trasladado al penal de Puebla, la cual fue acordonada y resguardada por elementos de la policía capitalina.  El panteón civil de Iztapalapa es uno de los principales cementerios de la demarcación.

Actualmente, fue ligado a la investigación a cargo de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, luego de que un bebé fue hallado muerto en un basurero del penal de Puebla, cuyas características coinciden con los del cuerpo de un menor reportado como desaparecido del cementerio en Iztapalapa, en días recientes.