Cunduacán, Tab.-

MOLESTIA

Una gran indignación se generó entre el pueblo católico de Cunduacán, luego que desconocidos se introdujeron a la parroquia de San José en Tulipán, donde robaron las hostias consagradas y una custodia de valor económico considerable.

Este hecho fue reprobado por las autoridades de la Diócesis de Tabasco, quienes de inmediato llamaron a reunión al pueblo católico de la parroquia de Tulipán a iniciar el proceso conocido como acto de desagravio.

Se sospecha que "el cuerpo de Cristo", o Jesús Sacramentado, pudo haber sido robado por practicante de brujería, con la finalidad de realizar algún rito maléfico.

Dentro de la grey católica el acto de desagravio es la acción de reparar una ofensa o agravio cometido contra alguien o algo, ofreciendo una satisfacción o compensación.

• En el contexto religioso, especialmente en el cristianismo, se refiere a un acto de reparación hacia Dios por los pecados propios o ajenos, mediante oraciones, sacrificios o la participación en la Eucaristía con una intención de reparación. Su propósito consiste en enmendar y expiar las faltas, ofensas, blasfemias o sacrilegios cometidos contra la divinidad o las cosas sagradas. 

Sobre lo sucedido, el presbítero de la parroquia de San José, en Tulipán, convocó al pueblo católico a reunirse ayer mismo para llevar a cabo el acto de desagravio. 

En medios sociales se hizo el siguiente mensaje: —Hermanos y hermanas ministros. Con profunda pena les informo que fue profanado el sagrario de la parroquia y se consumó un sacrilegio porque se robaron las hostias grandes del relicario y otro relicario con viático.

• Por lo que, solicitó el favor de que ayer domingo antes de la liturgia se realizara el acto de desagravio. Y los que ya tuvieron misa o celebración convoquen y reúnanse los que puedan por la tarde.

"Ya les informaré más tarde las instrucciones del padre a seguir con respecto a este ultraje al cuerpo del señor Jesucristo. Todo en manos del señor Jesucristo y con dolor de corazón le pedimos perdón".

En este mismo contexto, feligreses católicos comentaron que las hostias pudieron haber sido robadas por personas practicantes o creyentes en la magia negra, con la finalidad de realizar algún ritual demoniaco.