Cunduacán, Tab.-

• A cinco meses de que una sola familia despojara a la comunidad católica de la ranchería La Piedra primera sección de esta municipalidad, del histórico templo de Las Mirandillas y de que la Diócesis de Tabasco los dejara solos, debido a la poca generación de diezmo en la localidad, hasta el momento no se ha podido resolver el conflicto.

Tres siglos de historia, tradición y grandeza tuvieron que transcurrir para que una familia se apropiara del legendario templo de Las Mirandillas, sin que a la fecha haya alguna autoridad que intervenga.

• Hay que recordar que a principios del mes de mayo de este año, moradores de la ranchería La Piedra primera sección demandaron, la intervención de autoridades estatales y municipales a fin de que se les otorgue acceso al legendario templo de Las Mirandillas, ya que una sola familia se lo pretende adjudicar y lo mantiene cercado con alambre de púas desde el pasado 21 de abril de este año. Aseguraron que con el ex edil Oscar Gómez Sauz, supuesto dueño de la fracción de la finca en la que se encuentra edificada el viejo templo franciscano de 301 años, no hubo conflicto, pero una vez que éste falleció sus familiares se han abalanzado sobre la feligresía para dejarlos sin su centro de oración, argumentando que las tierras donde está son de su propiedad.

PIDEN UNA SOLUCIÓN

Un grupo de habitantes encabezados por el encargado de la iglesia, Ramón García, recordaron que hace cinco meses celebraron los 300 años de fundación del templo, el cual solo está dedicado a la oración, aunque personas de la región u otras partes del estado acudían a admirarlo libremente.

• Luego de solicitar el apoyo de autoridades estatales, municipales, y del propio INAH, los inconformes señalaron que no les parece justo que la señora Matiana Gómez y sus familiares hoy pretendan quedarse con este patrimonio cultural de la nación, por eso, solicitaron que autoridades estatales, municipales y federales intervengan para ponerle un fin a este problema.

Añadieron: - "Es inaudito lo que está sucediendo. Esta iglesia ha sido parte de nuestras vidas, de la historia de nuestros abuelos. No podemos permitir que la familia Gómez Hernández se apropie de un patrimonio que pertenece a todos, es una lástima que tampoco tengan un poco del buen corazón que tenía el patriarca de esta familia, el ex alcalde Oscar Gómez".

LA DIÓCESIS SE "LAVÓ LAS MANOS".

Denunciaron que pertenecían a la parroquia de San José Tulipán, pero por decisiones de autoridades eclesiásticas los pasaron a la parroquia de la Natividad de María, donde lamentablemente, Isaías Coronado Cifuentes los dejó en el abandono, es una comunidad pequeña donde no hay dinero qué sacar.