Cárdenas.- Familiares de un joven que fue anexado en un centro de rehabilitación del Poblado C-28 para tratar su  alcoholismo, exigen justicia  ya que el joven murió de forma extraña, pero más raro aún fue el hecho que les entregaron el cadáver ya en un ataúd

Internos que vivieron una mala experiencia en dicho lugar indican que allí son objetos de torturas y bajezas. 

REHABILITACIÓN

Familiares del joven Diego Armando  L. J., de tan solo 20 años de edad, piden la intervención de  la   Fiscalía General del Estado así como de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), y es que estos dieron a conocer que hace 40 días  Diego  Armando había  sido internado en una centro  de  rehabilitación para  alcohólicos  que  se ubica  en el  Poblado C-28,  dicho  centro denominado  “Vivir con Esperanza” según se dedica a dar terapias para que las personas que allí se anexen  se recuperen de su adicción. 

TERRIBLE NOTICIA

Según narraron los familiares del joven Diego, este tenía 40 días de estar en  rehabilitación en dicho centro, pero el  lunes  en la madrugada  recibieron un llamado de parte de una persona identificada como  Abenamar  “N”, quien les informó que Diego “había enfermado y lo habían llevado  al Hospital Regional de Cárdenas donde  falleció, pero que no se preocuparan ya que los trámites funerarios los estaba realizando  el anexo”. 

Los familiares  se trasladaron al hospital donde allí una funeraria   los esperaba para llevar el ataúd con el cuerpo de  Diego a su domicilio, donde seria velado.  Familiares de Diego, buscaron a los encargados del centro de rehabilitación para que les  explicaran  qué había ocurrido, aunque  nadie ‘les dio la cara’. 

Ante los hechos, los encargados del centro denominado “Vivir con Esperanza”, ordenaron que todas las personas que se  encontraban allí anexadas se fueran a sus casas indicándoles que su rehabilitación ya había terminado. 

Sufrían vejaciones

Según se sabe,   personas que se encontraban internadas en dicho centro, indicaron que durante su estancia fueron golpeados y humillados, los hacían dormir  sin ropa y por la madrugada les tiraban  agua fría.

Agregaron que les daban comida echada a perder  y si alguien se quejaba  los  golpeaban  y los metían  en un cuarto durante días, prohibiéndoles además, las visitas. 

La muerte de esta persona es dudosa, por lo que  sus  familiares piden la intervención de la Fiscalía General del Estado para que los ayude a esclarecer este presunto homicidio y se dé con los responsables de dicha estancia.