Testimonio: “Solamente un milagro de dios puede salvarlo”

“Hace dos meses, la felicidad se acabó para nosotros, cuando recibimos el diagnóstico médico del niño, no lo podíamos creer”, a través de una tomografía se le detectó a Rodriguito como lo llaman de cariño un tumor canceroso, progresivo en etapa tres, en el tallo cerebral, una zona muy delicada que no se puede operar.

“Desde ese día vivimos una pesadilla y sufrimos al ver como la salud de mi nieto se deteriora”, de ser un niño alegre, que disfrutaba ir a la escuela, ahora no puede caminar porque está perdiendo la movilidad.

Con el afán de que Rodriguito, vuelva hacer el de antes, sus padres han buscado todos los medios posibles para que sea atendido por especialistas y así llegaron hasta el Hospital Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social IMSS, en la Ciudad México, donde recibió 30 sesiones de radioterapia.

“Estuvimos dos meses en México con el niño, estamos haciendo hasta lo imposible para que se salve, queremos y le pedimos a Dios que el niño vuelva hacer el de antes”, compartió la abuelita quien tiene un local de venta de pozol en Tierra Colorada.

Aunque el diagnóstico médico, no es nada favorecedor, la familia de Rodriguito, tiene la esperanza de que el próximo  tratamiento que recibirá a partir de la próxima semana en la Ciudad de México, el tumor se encapsule y deje de crecer, porque de lo contrario, sus días estarían contados.

“Estamos apoyando a mi hija, ya nos hemos gastado mucho dinero, pero con tal de volver al niño sonreír, estamos dispuestos a vender hasta nuestra casa, no importa que nos quedemos con la ropa de encima, la salud de mi nieto es lo más importante para nosotros”, dijo el señor Lorenzo Ruiz Castellanos.      

Los que desean apoyar a Rodriguito, pueden hacerlo a la cuenta  4152313179995324 Bancomer a nombre de su papá Octavio Arturo Pérez Sánchez.  

 Aunque el pequeño Rodrigo, esta desahuciado, sus familiares mantienen la esperanza de que ocurra  un milagro y que con las quimioterapias que recibirá el tumor canceroso desaparezca y termine la pesadilla, como ellos han calificado esta problemática de salud que enfrentan.

En entrevista vía telefónica desde la Ciudad de México, Rubí Ruiz, mamá de Rodriguito, informó que rechazó el tratamiento que el niño iba a empezar a recibir ya que no le garantizaba ninguna recuperación y que sólo prolongaría el sufrimiento del niño.

“Los doctores no me garantizaron nada, sólo que el niño podría vivir uno o tres años más, pero sin calidad de vida, porque el tratamiento que recibiría sería muy a agresivo”, explicó la angustiada madre.

Desesperada de ver sufrir a su hijo, Rubí solicita el apoyo de los tabasqueños, para que el niño pueda recibir como última alternativa un tratamiento de inmunoterapia en una clínica de Monterrey, Nuevo León, o bien llevarlo a otro país donde la ciencia está más avanzada.