Altar Mayor

Vaya sainete el que se armó el fin de semana con motivo de la licencia solicitada por Samuel García Sepúlveda, gobernador Constitucional de Nuevo León, para separarse de su cargo por seis meses, con la finalidad de ir en busca de la candidatura a la Presidencia de la República.

Para Ripley: llegó el momento en que los neoloneses tuvieron hasta 3 gobernadores al mismo tiempo.

Un gobernador constitucional, Samuel García; otro interino designado por él, el Secretario de Gobierno Javier Navarro y uno más nombrado por el Congreso de Nuevo León, Enrique Orozco.

Todo ello derivado del enfrentamiento entre Samuel García con los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción nacional (PAN), situación que provocó a decir de algunos una verdadera revuelta política.

El conflicto ya lleva rato y es que constantemente Samuel García, que como también se sabe, fue postulado a la gubernatura por Movimiento Ciudadano (MC), no deja escapar oportunidad para despotricar contra las dirigencias del PRIAN.

Pero la gota que derramó el vaso, fue la licencia solicitada por aquel, para separarse de su cargo por seis meses, con la finalidad de hacer campaña y participar como candidato a la Presidencia de la República, dejando en su lugar al Secretario de Gobierno de su gabinete Javier Navarro, propuesta que no le fue aprobada por el Congreso local, integrado en su mayoría por priístas y panistas, quienes primero designaron a José Arturo Salinas Garza, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León, de filiación blanquiazul, para desempeñar el cargo.

Determinación con la que no estuvo de acuerdo Samuel García, empezando lo que finalmente se convirtió en un verdadero desgarriate pues en la sesión del pasado 29 de noviembre, la legislatura local nombró al Vicefiscal Enrique Orozco,  gobernador interino, lo que provocó de nuevo la ira del gobernador emecista quien, mediante un video difundido por YouTube, dio a conocer por segunda vez su desacuerdo, apelando a la ayuda de los neoloneses para echar abajo dicha determinación.

Finalmente, luego de una resolución de la SCJN, le fue concedida la suspensión al congreso local neolonés para que Enrique Orozco, pudiera tomar posesión del cargo, al tiempo que un juez de distrito dejó sin efecto la licencia concedida a Samuel García, situación que éste aprovechó para reasumir la gubernatura.

Hasta el domingo, en este asunto hubo de todo: como en botica.

Múltiples opiniones de todas partes, dimes y diretes, en particular de la clase política incluso de todos los niveles, unos que afirman que Samuel García tiene la razón al pedir que quien quede en su lugar, durante los seis meses, sea alguien de su plataforma política, otros que conforme a sus atribuciones, el Congreso de Nuevo León, es a quien corresponde la facultad para nombrar a la persona que deba cubrir dicha licencia, sin faltar quienes buscan avivar la hoguera para convertir aquello en un pandemónium político.

Hay quienes afirman que lo que hoy pasa en Nuevo León no es más que una clara muestra de que hay políticos que les falta estatura y tamaños que se requieren no sólo para gobernar un Estado, sino toda una nación; aunque también no hay duda que Samuel García está tratando de sacar el mejor provecho, con el fin de seguir fortaleciendo su trayectoria política.

Algo que hay que destacar, es la frustración de quienes eligieron a Samuel García, al ver cómo ha sido su comportamiento en el conflicto, al extremo que en algunos momentos pareciera estar dando patadas de ahogado, en otros dejando ver su incapacidad para procurar un ambiente de diálogo, que siempre es muy útil para gobernar.

Y si bien Samuel García en un video difundido se acordó del número de ciudadanos que votaron por él, ese recordatorio debería servirle para tener presente que en sus manos se le depositó la responsabilidad de gobernar para todos; por ello no puede ni debe estar como pareciera que está, como candidato actuando de manera porril y pendenciera.

Nuevo León merece estar y ser gobernado, por alguien que valore lo que ha sido su lucha para estar a la vanguardia del progreso de nuestra nación y no estar viviendo una revuelta política como la que por la inmadurez de Samuel García le ha tocado vivir. (altar_mayor@yahoo.com.mx)