OPINIÓN

Altar Mayor
28/07/2025

“No habrá impunidad…”

Cuántas veces hemos escuchado esa expresión, ya bien conocida, que es utilizada recurrentemente por las autoridades cuando se tiene conocimiento de un hecho delictivo, y en el discurso se ofrece: “no habrá impunidad”.

Frase muy rimbombante –espectacular, dirían otros--; frase prometedora de resultados y alentadora de esperanzas, pero, a final de cuentas, como expresaría alguna vez el ex gobernador DE Tabasco, Enrique González Pedrero (QEPD) una frase idéntica a las “palabras huecas”, sin sentido, sin compromiso auténtico de poderse cumplir.

“No habrá impunidad”, una expresión que se invoca para tratar de demostrar no sólo que se hará la investigación correspondiente para el esclarecimiento de los hechos, sino también de que el o los presuntos infractores serán localizados para ser enjuiciados por tribunal competente y que reciban la sanción que conforme a la Ley merezcan, como la mejor prueba de que la atrocidad o el ilícito cometido no quedará impune, no quedará al olvido.

Y así se dijo recientemente –una vez más-- con motivo del caso de la maestra Irma Hernández Cruz, fémina de 62 años que fue privada de su libertad, el pasado 18 de julio, en el municipio de Álamo de Temapache, al norte del Estado de Veracruz.

Irma Hernández, obligada asimismo, a grabar un video en el que pedía a los taxistas, como ella, pagar “cuotas” a un grupo delincuencial que opera en aquella zona y finalmente encontrada muerta, aunque la gobernadora de Veracruz Rocío Nhale, informó que habría fallecido a causa de un infarto.

Un escabroso asunto en relación con el cual, la Fiscalía del Estado de Veracruz entre otras cosas ofreció que “no habrá impunidad”

Pero Juan Pueblo ya no es tan ingenuo y observa que esa palabrería hueca de “no habrá impunidad” tal parece será solo una promesa de las autoridades como siempre, que permanece sin logra echar abajo lo que muchos han venido sosteniendo referente a que la impunidad sigue gozando de cabal salud no solo en Veracruz sino a lo largo y ancho del territorio nacional.

Y es que ya muchas veces hemos visto y escuchado lo mismo en los periódicos tanto en los noticiarios de televisión, o el discurso de las autoridades y los gobernantes: “no habrá impunidad”, pero el asunto hasta ahí queda, y hay quienes sostienen que pareciera ser que existe una red de complicidades extendida por todo el país.

Incluso nos hace recordar aquello que fue un slogan utilizado por Ricardo Mejía Berdeja, hoy flamante diputado federal del Partido del Trabajo (PT), en el sexenio pasado, cuando en las mañaneras y teniendo como testigo a Andrés Manuel López Obrador, el primero hablaba del programa “Cero impunidad”.

Y es cuando uno vuelve a preguntarse en verdad es cierto eso de que no habrá impunidad.

La duda surge, cuando vemos  algunos casos donde pareciera que  la impunidad sigue siendo  una utopía tales como el de  los feminicidios, homicidios dolosos, robos a casa habitación, asaltos en las carreteras, actos vandálicos en las protestas (y si no que lo digan los capitalinos de la CDMX testigos de los desmanes de los manifestantes y los daños que causan a los negocios, edificios públicos incluso quema de libros en el recinto de la UNAM), el mal uso de los recursos públicos, los temas del crimen organizado y sus vínculos con personajes de la clase política y de último lo que se había dicho ya no existía los casos del huachicol (contrabando y robo de combustible).

En conclusión, sería bueno que las autoridades, igual como se hizo con la reforma judicial, revisaran y echaran un ojo a la labor de todas las fiscalías y de los cuerpos de seguridad, así como el discurso oficial, para dejar de andar ofreciendo que no habrá impunidad, sino mejor  demostrar, con hechos –no con palabras huecas, insostenibles-- como decía el ex gobernador EGP que no la habrá y que al presunto o los presuntos responsables de cualquier ilícito cometido se les aplicará la ley de manera puntual. (altar_mayor@yahoo.com.mx)





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