No dudes del amor

8 de noviembre


1. Duda de todo, si te place. Pero no del amor. No me refiero a nombrar amor a ese apego del vulgo en el que se sufre si se deja y lo mismo se sufre si se queda. De ese no. No se niega la nececidad de todo ello. Las urgencias naturales de la fricción pedernal o de juntar los polvos enamorados. Pero el concepto del amor es otro asunto, mucho más amplio, y es de pocos, debiendo ser de muchos más.

2. Amar es la comunión plena de lo uno con lo otro, con lo que parece extraño, ajeno, pero viene siendo uno mismo. Es mirar con otra mirada al semejante, conocido o desconocido. Es abrazar con la mirada a lo movible e inmovible. A lo cercano o lejano. Es estar consciente de nuestro paso fugaz por la existencia y entonces mirar distinto a los demás.

3. No es fácil ni difícil. Los tantos golpes en la vida nos ponen a la defensiva. Y los tropezones con la misma piedra nos llevan a decir que el amor no existe y que es mejor solo que mal acompañado. Pero esas expresiones van relacionadas con la confusión sobre el concepto. El amor es en sí lo que más nos acerca a lo que conocemos como "ser humano", y nos hace diferentes a las muchas especies, aunque es probable que no a todas.

4. No es justificación decir que no amo porque no me aman. O yo no he aprendido a amar. O el muy famoso "yo no nací para amar" de Juan Gabriel. Todos nacimos con esa facultad. Pero no todos la ejercemos. Y por lo tanto no todos la desarrollamos. Confundimos amor con ausencia de soledad. Y aquí es donde pudiera estar el punto a resolver conceptualmente. Necesidad de amar no es necesidad de compañía. Ser amado no es precisamente estar acompañado. Amar no es precisamente acompañar. Amar es ser "siendo", en conciencia.

5. Haciendo un paréntesis: "Ya ves que no es lo mismo, amar que ser amado", dice la canción. Y aquí consigno que tengo dos amigos precisamente que tienen ese nombre. Don Amado fue compañero de trabajo. Y cada vez que nos encontrábamos y luego ya en bohemia le decía la frase de la canción. Y reía. "No, no es lo mismo", era su respuesta. El otro Amado  es compañero maestro jubilado. Y así, de la misma manera lo saludo cuando lo veo. Y reímos.

6. Y además les digo a ambos: "contigo, aunque tu esposa se enoje, no te puede llamar de otra manera, más que con tu nombre que de hecho ya baja el enojo,"Amado". "Así mero es, Toño", me dicen riendo. Y tengo una amiga cuyo esposo se llama Tesoro. Y lo mismo le digo. "Ni para dónde hacerte cuando estás enojada", y ríe. Platicándole esto a mi mamá hace muchos años, le dije jugando: "usted debió de ponerme de nombre San Antonio, o Cariño". Y ella salta de risa: "Noooo, si saliste muy ojo alegre". Así dice ella. "¿O acaso preferiría que fuera de ojo triste?" "No, eso sí que no, cariño". Y pasa su mano por mi cabello. Cerrado el paréntesis.

7. Si fuera amor la constante en el mundo, no hubiera guerras. No habría necesidad de ejércitos. Ni de fábricas de armas. La pólvora solo se utilizaría para los fuegos artificiales en las fiestas de pueblo, sean religiosas celebrando a los santos, o seculares en los quinceaños, bautizos y bodas (o divorcios). Esto es un decir, porque parece que el ser humano como tal, nació con los dos genes, el de la guerra y el del amor, prevaleciendo en unos uno, y otro en los otros.

8. Se promueve la competencia, no la cooperación. Se promueve el triunfo, sobrevalorándolo, por sobre la derrota y todo lo que nos puede enseñar. Se dice que el triunfo tiene varios padres, pero que la derrota es huérfana. Se alaba al que golpea, al que tiene el poder y el dinero, sin saber sus orígenes. Se trata de extraño -y nos es indiferente- al derrotado, como si no fuera esta la condición necesaria para que pueda haber triunfo. Tratamos como vergonzante a la derrota, cuando es la mejor maestra. Y así vamos en este largo camino. Es más, decimos: "te falta malicia", cuando lo que nos falta es la bondad del amor.

9. ¿Cuál es la noticia del día? Los saqueos de las tiendas en Acapulco, la masacre de Israel contra los palestinos, la guerra entre Ucrania y Rusia. Caen muertos en un bando y otro.  Se lleva el conteo como si fuera un partido de fútbol. Los combatientes son pobres que encontraron trabajo en el frente de batalla. Y su trabajo es matarse unos a otros. Y los generales en sus oficinas. Poco y mínimo espacio tienen las noticias sobre los actos de bien, de bondad. ¿Esto es nuevo? No. La historia da cuenta de todo ello.

10. Por eso urge la necesidad del amor en todas sus formas y manifestaciones. ¿Acaso se duda de ello ante el horror de la guerra? ¿Acaso se duda ante la crueldad en las desapariciones, las atrocidades de los feminicidios, el robo del erario público? Definir lo que es bueno o malo no tiene sentido, porque cada quien tiene su manera de ver las cosas. Simplemente algo causa dolor y algo muy distinto causa placer. Y el amor es causa y motivo de felicidad sin duda alguna.