Bancos españoles, Iberdrola y su impacto descapitalizador

Y ese amplio proceso, venta de remate de cochera, se hizo de manera ilegal, desordenada, corrupta y entre cuates

Desde que Carlos Salinas y los demás presidentes que le siguieron se dedicaron rematar los bienes de la Nación, el Estado Mexicano fue perdiendo fuerza, capacidad de maniobra y soberanía. Obedeciendo órdenes de Washington y siguiendo las recetas del padre del neoliberalismo económico Milton Friedman, de la Escuela de Chicago, Salinas y demás se dedicaron a privatizar todas las paraestatales con el falso argumento de que el Estado mexicano es mal administrador y que la Iniciativa Privada es la panacea para todos los males.

Y ese amplio proceso, venta de remate de cochera, se hizo de manera ilegal, desordenada, corrupta y entre cuates, sin tomar en cuenta al Congreso de la Unión. Así fue por ejemplo la venta de Teléfonos de México, que a un precio de me lo llevo la obtuvo Carlos Slim.

Esa ola de privatizaciones iniciada con Salinas dio génesis a 24 magnates que en 1993 se encontraban ya entre los hombres más ricos del mundo en la lista de la revista Forbes. El ilustre economista David Ibarra Muñoz nos dice que “Contamos con el grupo de ricos que no representa a más del 10 por ciento de la población y se lleva 60 por ciento del ingreso nacional […]. Luego nos dice: el neoliberalismo ha perdido el piso y es una figura obsoleta”.

Leemos en La Jornada del 21 de enero de 2020 que seis de las personas más acaudaladas en México concentran mayor riqueza que la mitad de la población y que 62 millones y medio de mexicanos vive en la extrema pobreza.

Sin embargo, esa venta de cochera, corrupta y entre cuates, no sólo quedó en mera privatización de las empresas del Estado por unos cuantos, sino que además se convirtió en extranjerización. Ningún país, ningún gobierno del mundo le ha entregado a los capitales extranjeros su sistema bancario como lo hicieron los neoliberales en México con Ernesto Zedillo, ninguneando a la Cámara de Senadores.

Pero la extranjerización no sólo implica perder soberanía, subordinar los intereses de la Nación a poderosos consorcios extranjeros, significa, y eso es muy grave, un proceso permanente de descapitalización, un cruel saqueo para México. Las utilidades que estas empresas extranjeras obtienen en nuestro país las envían a su matriz, a su país de origen.

Y si no hay un control, una regulación sobre el porcentaje o monto de esas utilidades enviadas al extranjero, entonces el saqueo es mayor, la sangría es mayor, implica mayor descapitalización. Y ese flujo de riqueza económica hacia el extranjero, se traduce en mayor déficit para nuestra Balanza de Pagos y en presiones devaluatorias para nuestra moneda.

Y precisamente los neoliberales que gobernaron al país por varios sexenios, no pusieron ningún control o sistema que regule ese saqueo. Es el caso de los bancos españoles en México: obtienen en nuestro país hasta el doble de ganancias que en su propio país.

Bilbao-Bancomer y Santander, bancos usureros hoy, cobran más comisiones en México que en España. De sus ingresos totales las comisiones de Bilbao-Bancomer en México representan el 36 % y en España sólo el 19%. Por su parte Santander en México cobra el 39% y en España sólo el 20%. En 2018 la filial española de Bancomer en México envió la remesa de 52 mil 368 millones pesos a España por concepto de utilidades, cantidad que representó un aumento del 103 por ciento respecto a las utilidades del 2008. ¡ESTO ES SAQUEO! Por el contrario, en el mismo periodo ese banco en España registró una disminución en sus utilidades de 47 por ciento, o sea una merma de 34 mil millones de pesos. Déficit que se cubrió con dinero de México.

El mismo saqueo está realizando en México la empresa española Iberdrola con la energía eléctrica. Los contratos leoninos que esta empresa logró con el contubernio de Felipe Calderón y Peña Nieto, le está costando a la Comisión Federal de Electricidad, vía subsidios,  la enorme suma anual de 56 mil millones de pesos.

Esta cantidad sumada a los contratos abusivos también con otras diez empresas privadas le significan a la Comisión Federal de Electricidad y a México, una pérdida total por 300 mil millones de pesos. Y lo que pretende la Reforma de AMLO en este caso es poner un freno a estos abusos.

Por eso es que este grupito de empresarios corruptos, apoyados por sus servidores en el PAN, trata de detener la Reforma propuesta por AMLO. Y para ello han tendido una cortina de humo, plagada de mentiras y falsedades para confundir al pueblo mexicano.

La reforma eléctrica propuesta por el presidente, ni pretende la nacionalización de ninguna empresa, ni está bloqueando la participación de la iniciativa privada en la industria eléctrica, ni pretende quitar los páneles solares a ningún ciudadano que por su cuenta los esté usando. Ni mucho menos se pretende encarecer las tarifas de energía eléctrica como los voceros de Iberdrola vienen difundiendo.

Repito: la Reforma propuesta por AMLO lo que pretende es poner freno a los abusos de Iberdrola y demás empresas coludidas y poner orden a la industria eléctrica, convertida en un lodazal, por este grupito de empresarios corruptos y por los políticos neoliberales con Calderón y Peña. (El autor es investigador y catedrático de la UJAT)