OPINIÓN

Cábala
05/08/2025

¿Ruptura fina?

De los “rompimientos” presidenciales más “radicales” en el pasado inmediato, es el de Ernesto Zedillo y el famoso “innombrable”, el que marcó la lucha por el control del poder en la historia política de México.

Con las distancias guardadas y la carga política que trajo el asesinato de Luis Donaldo Colosio al expresidente Salinas, el “encarcelamiento” de su hermano Raúl (vinculado al asesinato de Ruiz Massieu), generó las condiciones para no solo alejarlo de las decisiones presidenciales del Zedillato, sino del continente.

Antes, la administración entrante se había alejado del sello salinista, relacionados con cambios de estrategia en la política de seguridad nacional, combate al crimen organizado, la relación bilateral con Estados Unidos y la política migratoria. En cuanto al proyecto “Neoliberal”, ambos actores continuaron con la misma ruta. El proyecto económico y social pues, sin cambio alguno.

La lucha por defender un estilo propio de gobernar, ha campeado desde siempre en palacio nacional como una lucha transversal, cuya esencia fue marcada en el siglo pasado por el filósofo francés Paul-Michel Foucault: “El poder no se posee ni se comparte: se ejerce”.

A ocasión de lo que analistas internacionales observan como una “ruptura fina”, entre Claudia Sheinbuam y Andrés Manuel López Obrador, se presentan en lo “técnico” continuidad sin cambios en el proyecto de la 4T como régimen político: Humanismo y Primero los Pobres.

En legado pues.

Empero desde su arribo a palacio nacional, Sheinbaum Pardo terminó con la política de “abrazos, no balazos” marcando nueva estrategia de lucha contra el crimen organizado; un giro en la relación bilateral con Estados Unidos -envuelto en la intransigencia de Donald Trump y su ruta contra el fentanillo y la guerra comercial con China- y una visión de política y lucha interna, del ¿cómo? se estarían moviendo grupos políticos dentro de su partido.

En esta marco, la crisis en Morena que ha generado el “escándalo” ya no de Bermúdez, sino de la “Barredora” y sus presuntos nexos al interior del Senado de la República, está moviendo estos grupos de poder, con una bifurcación Sheinbuam-AMLO, que definirá los próximos cinco años de gobierno, si el hilo revienta por lo más delgado.

Curiosamente, la crisis política de Morena se entrelazó con los brazos aún vigentes del “andresmanuelismo”: Andy López Beltrán, Mario Delgado, Ricardo Monreal, Adán Augusto, que entre vacaciones en el extranjero y los escándalos, están colocando en la mesa, el llamado “rompimiento fino”.

¿Claudismo? ¿Sheinbaumismo? ¿4Tismo? ¿Ya sin AMLO?

¿Se acerca un golpe de timón con nuevos aliados en el gabinete?

Veremos.

Kybalión.- Signos de rompimiento entre Adán Augusto López Hernández y Javier May, fueron registrados luego de “la purga” de integrantes del gabinete de Carlos Manuel Merino Campos - entre ellos Sheyla Cadena y Francisco Sánchez Ramos-, que apoyaban a Claudia Sheinbaum durante el proceso interno de Morena, para seleccionar candidato presidencial.

La lista de Maycistas que prosiguieron en la purga, continuó hasta la selección del abanderado a la gubernatura.

Para muchos, el efecto “Bermúdez” llevaba la misma ruta, pero…

¿Se les pasó la mano?

¿O así fue diseñado?





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