En las leyendas del crimen organizado, que han dado vida a clásicos cinematográficos estadounidenses, la de Bugsy Siegel con su frase "solo nos matamos entre nosotros", reflejó durante mucho tiempo el famoso "código de honor" de la mafia en el mundo.

Así pues, la anécdota del constructor de "Las Vegas" tal como se conoce ahora, a la ciudad que nunca duerme, marcó toda una época al "tranquilizar" con esa frase al arquitecto Del Webb, al borde de los nervios, por imaginar que algo malo pasaría a su familia, si el "casino Flamingo", no quedaba del agrado de Bugsy.

"No te preocupes, Del, nosotros solo nos matamos entre nosotros", es la frase que, durante décadas, estableció el respeto de la Mafia a los civiles, como un "código de honor", que rompió esquemas desde los años 80´s, con la aparición de la mafia colombiana.

El asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, retoma el debate estadounidense no solo de declarar "terroristas" a los jefes del narcotráfico en México, si no romper el cerco de la no intervención, con lo que USA está amenazando a los gobiernos de Latinoamérica, a ocasión del combate al fentanilo.

La "ola de sangre" efectivamente no es nueva en el país, pero la "normalización" en las ejecuciones públicas, a la vista, es desde luego una demostración de poder, intimidación y control del crimen organizado.

El Estado Mexicano es el principal agraviado con este tipo de actos que desafían a las autoridades y al sistema judicial.

El ejercer una ejecución como "acto de publicidad", desde luego que ha generado un impacto psicológico en el colectivo mexicano, sobre todo después de la versión oficial, confirmando que al alcalde de Uruapan, lo protegían 14 elementos de la Guardia Nacional.

"Nadie pues, está a salvo".

Política y Narcotráfico, al igual, desde hace ya tres décadas – desde el asesinato de Luis Donaldo Colosio para ser exactos- se han normalizado como combinación natural, en territorio mexicano.

Y es correcto en cuanto a las apreciaciones y repercusiones, más allá de los renglones partidistas y electorales: El crimen de Carlos Manzo, dormirá, al igual que el asesinato de Colosio, el sueño de los justos en materia judicial, aunque a la vista todo mundo sepa el nombre del asesino.

Y "We Only Kill Each Other" nos recuerda que el "código de honor", ya ni en política es válido.

Kybalión.- Francisco Javier Zúñiga, titular del Secretariado Ejecutivo de Seguridad, confirmó ayer en la conferencia mañanera, que el Director de Seguridad Pública de Paraíso, Rafael Lezama, no pasó el examen de control de confianza.

Desde octubre del año pasado, el gobierno municipal no ha logrado pasar la aduana de la confianza, luego de la detención del subdirector de la corporación y los señalamientos contra el alcalde, que dejan mal parado al ayuntamiento en materia de seguridad.

Retardando el relevo de mandos en Paraíso, inunda de sospechosa actitud el gobierno emecista, que ha sido evidenciado una vez más.

Radio pasillo ya prendió alertas que ponen con las barbas en remojo en el mismo sentido, alcaldías de Tenosique, Jalapa y Emiliano Zapata.

Veremos.