CNDH. Una institución incómoda

CNDH. Una institución incómoda

En el último año la CNDH se había convertido en la institución más atenta a las posibles violaciones de derechos humanos contenidas en las leyes del nuevo gobierno.

Más atenta, desde luego, que legisladores de oposición que votaron a favor muchas de ellas. La lista de leyes impugnadas por la CNDH explica la incomodidad que produjo su desempeño.

La CNDH presidida por Luis Raúl González Pérez encontró pasajes riesgosos para, o violatorios de, los derechos humanos en las siguientes leyes:

Ley de Remuneraciones del gobierno federal, que disminuye derechos salariales adquiridos.

Ley Nacional de Extinción de Dominio, que permite la expropiación de los bienes que se presumen de procedencia ilícita.

Ley Nacional de la Guardia Nacional, que militariza los cuerpos dedicados a la seguridad pública.

Ley Nacional de Uso de la Fuerza Pública, redactada en el espíritu de la anterior, que suspende en ciertas condiciones las garantías fundamentales.

Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, redactada en el espíritu de las dos anteriores.

La ley Bonilla, de Baja California, que otorga a un gobernador electo más años de gobierno que los que ganó en su elección.

La llamada ley garrote, de Tabasco, que castiga la protesta contra obras públicas o privadas .

No es esa la CNDH que pueden querer gobiernos con vocación de cambiarlo todo, pues representa una molestia continua, pero es la CNDH que quiere la ciudadanía, porque es una continua advertencia contra leyes o acciones gubernamentales que la afectan en sus derechos.

Una primera medición de la independencia o la subordinación de la nueva CNDH será el grado de continuidad que otorgue a estos litigios pendientes, porque en ellos están plasmadas las amenazas a los derechos humanos que hay en la nueva legalidad vigente del país.

Poco puede esperarse en esta materia de una presidenta de la CNDH que no se ocupó de revisar la legalidad de su propia elección. Quizá por ahí podría empezar: por investigar si en su elección se violaron la ley y los derechos de otros candidatos a presidir la CNDH. Creo que no veremos esto, ni lo otro. La institución incómoda ha entrado en un receso de aspecto funerario.