Con Fócil se puede y se debe negociar y… la piñata

Con Fócil se puede y se debe negociar y… la piñata

NOTA BENE

Con Fócil se puede y se debe negociar y… la piñata

Juan Manuel Fócil, como Donald Trump, es un hombre de negocios que se ha metido a político como herramienta para vender sus productos. Utiliza la misma técnica de ventas que el presidente de los EEUU: cuando entra en una negociación amenaza con los infiernos, pero siempre hay posibilidad de entenderse con ellos y quedarse en el limbo, sin llegar, nunca, al paraíso. Pero no son tan radicales como aparentan. Solo se trata de llegarles a su punto. Se puede negociar con ellos, pues. Que se lo pregunten a Evaristo Hernández, que cuando era alcalde de Centro priista le dio varias concesiones millonarias de limpieza a una de las empresas del perredista Juan Manuel Fócil, lo que demuestra, una vez más, que “la papa es la papa” al margen de ideologías. Y se entendieron muy bien en el trienio del ahora abanderado de MORENA. Civilidad política se le llama a eso, además de llamársele de otras maneras menos amables. Por eso creo sinceramente que al final, Fócil, no solo aprobará la candidatura de Gaudiano, -que ha sido nombrado precandidato con todos los requisitos estatutarios plenos de legalidad habidos y por haber, y que por tanto no deberían de ser cuestionados porque son reglas aceptadas por todos-, sino que será un aliado perfecto y hará todo lo posible para que su partido gane la gubernatura. Hay que entenderle sin satanizarle y verlo como lo que es: un militante del PRD de toda su vida que ha ocupado un lugar importantísimo en ese partido y que no se puede de la noche a la mañana pensar que se le puede apartar del núcleo duro de los amarillos, sin permitirle ni siquiera opinar, sin que eso tenga consecuencias muy negativas para todos los perredistas.

NOTA BENE 2: Los trabajadores de la UJAT tienen todo el derecho del mundo a protestar por la falta de pago de sus salarios, y aguinaldos completos, que ya el Rector Piña ha gestionado, y que en los próximos días se les harán efectivos al tener el compromiso formal de la Secretaría Federal de Educación. Pero es sospechoso que cuando el Rector les invita a su despacho para informarles de los detalles de la situación, se nieguen a entrar exigiendo, de forma inusual y sin derecho alguno, que este presente la prensa para allí posiblemente gritarle e insultarle. Pareciera que alguien aprovecha que un problema, que ha afectado a varios colectivos de funcionarios, lo pague con su imagen una sola persona de una sola institución, que pretenden transformar en piñata de todos los males, y así descabalgar al que lo único que ha hecho ha sido defender a sus trabajadores y académicos de la UJAT frente a la crisis; El Rector Piña.

Por Antonio López de la Iglesia