Confiar en México, que aumenta su prestigio en el mundo

Malos mexicanos, de buena o de mala fe, no cesan en poner la lupa para contar muertos, y criticar y denostar con la mayor mezquindad a nuestro gobierno

Malos mexicanos, de buena o de mala fe, no cesan en poner la lupa para contar muertos, y criticar y denostar  con la mayor mezquindad a nuestro gobierno, a nuestras instituciones; sacando de contexto, falseando, calumniando, deseando a toda costa que al país le vaya mal, sin importarles que a ellos mismos también  les vaya mal.

El odio que los envenena no les permite aceptar, como es público, que cuando Andrés Manuel López Obrador se desempeñó como Jefe de Gobierno del anterior Distrito Federal, fue catalogado internacionalmente como el segundo mejor alcalde  del mundo, y ahora mismo se le ha señalado repetidamente como el segundo mandatario mejor aceptado.

Y hasta el presidente estadounidense Donald Trump, que se ha distinguido por su falta de cortesía con los dignatarios extranjeros -y en el sexenio anterior por su falta de respeto a México-, con AMLO ha cambiado su vocabulario. Alaba a los mexicanos y trata con respeto a nuestro Presidente, al  que reconoce como  un buen hombre.

En contra a lo que pregonan los zopilotes del mal, los hechos y los números son patentes sobre el buen manejo de la economía y de la pandemia, al grado de que hasta ya están imitando las acciones tomadas en nuestro país.

Así, en Francia están estudiando la implantación de los programas de bienestar social implantados en México por el Presidente López Obrador, y en la Unión Europea están pensando establecer el sistema mexicano de semáforos ante los rebrotes de la pandemia.

El Dr. López Gatell ha sido nombrado en importantes cargos en la Organización Mundial de la Salud y el Secretario de Hacienda acaba de tener dos importantes nombramientos, como Presidente del Consejo de Administración del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Y allí tenemos reconocimientos a la política sanitaria y económica de México.

Los datos de la economía no son malos. Se han recuperado ya 320,000 empleos del cerca del millón que se perdieron por la pandemia, según cifras del IMSS, y se pronostica que para marzo la recuperación será total y estaremos en pleno despegue. Y la confianza es necesaria. Ya el Presidente Juárez decía que el que va a la batalla dudando de su victoria, ya está derrotado.

Hay que agregar que nuestro peso que por la pandemia llegó a estar a más de 25 por dólar, se ha venido apreciando y ahora está  a  21 por dólar; contrario a otros países, es de las monedas que menos se han depreciado.

Hay que agregar que las finanzas públicas son absolutamente sanas y no se ha caído la recaudación, otro excelente dato de la economía, y ello sin aumentar ni crear nuevos impuestos, ni adquirir nueva  deuda pública, ni aumentar el precio de los combustibles y la energía eléctrica, lo que mantiene una inflación controlada y sumamente baja.

Pero por si todo lo anterior fuera poco, el consumo interno no solo no se ha caído, sino que ha crecido, lo que permite mantener activa la industria y el comercio.

Por todo lo anterior y muchas otras buenas razones, es necesaria la confianza,  el optimismo, y la seguridad de que México saldrá fortalecido de esta crisis que afecta a todo el mundo, pero de la que nosotros saldremos en mejores condiciones que muchas naciones.