Coronavirus: preciosos días perdidos

Coronavirus: preciosos días perdidos

México está perdiendo días preciosos al aplazar las medidas de “distanciamiento social” frente al coronavirus.

El virus, de efectos exponenciales, ha mostrado en todos los países que la reacción lenta para combatirlo es la peor de todas.

Conforme crece la pandemia, los medios se llenan de análisis de epidemiólogos y matemáticos mostrando que el coronavirus puede infectar hasta al 80% de una población dada.

La única respuesta funcional hasta ahora contra ese ritmo de propagación, es disminuir el roce de personas físicas en los lugares fundamentales de contacto: trabajo, escuelas, transporte, estadios, reuniones masivas de todo tipo, desplazamientos migratorios o turísticos.

A esto se llama hoy “distanciamiento social”.

El coronavirus mata a un porcentaje pequeño de los que infecta pero su capacidad de infectar es casi total, de modo que un pequeño porcentaje de una masa grande será una cantidad enorme de enfermos graves.

La diferencia entre infectados y muertos por coronavirus va en razón directa de: la rapidez con que se establece el “distanciamiento social”, la calidad de los sistemas de salud y la disciplina con que la sociedad asume el reto.

Según una gráfica global hecha con datos de Johns Hopkins University hace cuatro días, (https://t.co/wib2TGjE0j), en China el porcentaje de infectados muertos era de 3.9%. En Corea del Sur, en cambio, que reaccionó a tiempo contra el virus, el porcentaje de muertes era de 0.9%.

En Italia, las muertes por coronavirus llegaron al 6.7% de los infectados, en Irán al 4.5%, en España al 2.8%, en Japón al 2.7%.

Estados Unidos andaba en el 2.2%.

Las cifras estadunidenses son claves porque es de ese país de donde vendrá previsiblemente la mayor ola de contacto viral hacia nuestro territorio.

El día de ayer, según The New York Times, había en aquel país 49 estados con contagios, 2 mil 700 personas infectadas y 58 pacientes muertos.

Los días perdidos por el presidente Trump negando la importancia del virus, parecen, ahora, los más caros de su gobierno.

El gobierno de México está en una fase de negación similar a la que tuvo Trump. Aplaza la respuesta seria al virus. Pierde preciosos, peligrosísimos, días.