Cuaderno de notas

Un conflicto interminable

Ante la distancia geográfica resulta aún más complejo analizar o comprender el conflicto añejo entre Israel y Palestina. Lo mucho o poco que sabemos nos llega como avalancha a través de las agencias de noticias y sus portales, que transitan, además, por las redes sociales.

La BBC de Londres es uno de los medios con mayor producción de contenidos para darnos el contexto, sobre todo a América Latina, de lo que está sucediendo entre ambas naciones en el Oriente Medio. Sin embargo, el interés noticioso —por este conflicto— está a la par de otras empresas como CNN, El País, DW, etcétera.

Uno de los tantos enfrentamientos entre ambos bloques se dio en 2014: Israel ordenó la Operación Margen Protector con el fin de diezmar al Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás), quien gobierna la Franja de Gaza desde 2006. El saldo: más de 2 mil muertos y 500 mil desplazados en distintos combates a lo largo de 49 días; donde la peor parte la han llevado los palestinos.

Dos son los territorios palestinos: Cisjordania (de cuya ciudad Jerusalén Este es reclamado como capital por los palestinos, pero rechazado por los israelíes) y Gaza, una franja limítrofe con el Estado de Israel de unos 41 kilómetros de largo por 6 y 12 km de ancho.

El conflicto es añejo: mediados del siglo XX, y se resume a desplazamientos y despojos que han padecido los palestinos a manos de los israelíes.

De hecho, en 2021, año en que se activó el fuego entre ambos grupos, la Corte Suprema de Israel ordenó el desalojo de un millar de palestinos que viven en el barrio de Sheikh Jarrah en Jerusalén Este. Esto generó manifestaciones palestinas pero la policía israelí bloqueó el acceso a zonas de cultos como el que dio a la mezquita Al-Aqsa, lugar sagrado para palestinos-musulmanes en Jerusalén, la ciudad-capital en disputa entre israelíes y palestinos. Pese a lo anterior, Israel mantiene su poder gubernamental y económico en la ciudad de Tel Aviv, no así en lo que considera su gran capital: Jerusalén.

Por esta razón, es decir, los desalojos, los despojos y la intolerancia étnica, el grupo Hamás lanzó misiles desde Gaza contra las ciudades de Jerusalén dominados por Israel y principalmente contra Tel Aviv en 2021. Pero el poderío armamentístico de Israel se impuso y no sólo detuvo la mayor parte de los misiles del grupo islámico, sino que ordenó un ataque masivo contra los gazatíes o palestinos, por aire y tierra. En un reporte de AP y AFP, Hamás lanzó unos 4 mil cohetes contra ciudades de Israel, país que cuenta con un escudo llamado Domo de Hierro, mismo que interceptó el 90% de los misiles islámicos.

En un reporte de Jaled Abdelrahim para el canal AJ+ español contextualiza los pormenores del conflicto, y cuyos bombardeos derrumbó un edificio de Hamás y el de medios internacionales como el árabe Al Jazeera y el estadounidense AP, en Gaza. Hace dos años, una torre de 13 pisos se desplomó por los impactos, así como decenas de casas y hospitales en los días más caóticos de la pandemia Covid-19. Se estimó, entonces, que unas 50 mil personas perdieron sus hogares.

En esa ocasión, el fuego cruzado, con menores daños a la población israelí, dejó un saldo de 250 muertos, 243 de estos en Gaza.  El 20 de mayo de 2021, luego de los bombardeos, disturbios y protestas, pero sobre todo el deceso de mujeres y niños, unos 65, más un millar de heridos, se anunció un cese al fuego después de 11 días de hostilidades.

Aunque Israel sigue reclamando las casas de palestinos para dárselas a judíos, y continúa con su plan de limpieza étnica, el conflicto se mantiene porque hay dos ideas opuestas entre ambas naciones: erradicarse. Sin embargo, los afectados siempre son los mismos: la población civil palestina, en su mayoría, y la población civil israelí, en una minoría. La complejidad de la zona radica en que en el casco viejo de Jerusalén está dividido en 4 grandes barrios, y cada uno, con un pensamiento e ideología distintos: el musulmán, el judío, el armenio y el cristiano.

En la red vi la mesa de análisis "Medio oriente, el origen del conflicto" (2021), organizada por Canal 14, en donde tres expertos hicieron anotaciones y acotaciones sobre la complejidad del problema. Entre ellos: José Hamra, Federico Campbell Peña y la uruguaya Jana Beris, radicada en Israel y corresponsal para medios sudamericanos; la mesa despeja un sinfín de dudas.

Días después del anuncio del cese al fuego, israelíes y palestinos celebraron la pausa de estas hostilidades, por las intervenciones de la ONU, Egipto y Qatar, según fuentes de noticias.

En este marco, la OMS estimó que se necesitarían unos 7 millones de dólares para atender la crisis sanitaria en los territorios palestinos, así como en Gaza. Sin embargo, cada cierto periodo la historia entre ambos se repite: es la misma y no acaba.

Y lo digo porque en octubre de 2023 se ha atizado el fuego. Esta vez, Hamás atacó por sorpresa. Según el diario español El País se trató de un "ataque sin precedentes contra territorio israelí". No sólo lanzaron misiles, sino que ingresaron en su territorio, ocasionando daños y bajas de civiles, así como el secuestro de ciudadanos y milicianos, al tiempo que declararon la guerra. En esta primera incursión, se estimó en 250 el número de muertos.

Este fin de semana, y las siguientes horas, el fuego no cesó. Al contrario, el saldo aumentó: 700 israelíes muertos, 2 mil 200 heridos y un centenar de secuestrados. En tanto que, en Gaza, han fallecido al menos 370 palestinos y se reportan miles de heridos, todo ello, en el marco de las imágenes que vemos —a la distancia— donde se desploman edificios, y observamos una estampida humana que busca alejarse de los misiles que siguen cayendo (más de 5 mil), en este conflicto interminable.

@Librodemar