Desde la geopolítica
14/10/2025
Los 20 puntos de Trump (I)
*Una paz con sabor a neocolonialismo
PRIMERA DE DOS PARTES
El 29 de septiembre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó su plan de 20 puntos para lograr la paz entre Israel y Palestina. Netanyahu aceptó la propuesta, aunque recibió críticas del sector más extremista del Likut. Hamás respondió el 3 de octubre, a través de un comunicado, en el cual aceptó algunas partes del acuerdo y condicionaba otras a revisión.
El plan contiene algunos puntos estratégicos que permiten un acercamiento y otros que requieren mayor detalle. Aunque el camino para la paz aún es largo, varios países han mostrado su apoyo al plan Trump, entre ellos: Arabia Saudita, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Pakistán, Turquía, Qatar y Egipto.
Esta jugada diplomática se da en un contexto en el que el magnate estadounidense aspira al premio nobel de la paz y este acuerdo le servirá para colgarse la medalla. Por su parte, Netanyahu venderá el acuerdo como una victoria sobre Hamás y le ofrece una ventana de oportunidad para sus relaciones con países árabes moderados, como Arabia Saudita. En cambio, Hamás está casi forzado a ceder a la propuesta, ya que controla cada vez menos territorio, ha sufrido muchas bajas y sus militantes más experimentados han fallecido. Además, Trump comentó que si el grupo militante islamista no aceptaba la propuesta, entonces el primer ministro israelí tendría vía libre para "terminar la tarea" en la Franja de Gaza. Otra de las tácticas comunes del presidente estadounidense: forzar negociaciones bajo amenazas.
Los 20 puntos de Trump se pueden dividir en cinco áreas: 1) condiciones, 2) militar, 3) gobierno, 4) economía y 5) ayuda humanitaria. Dentro de las condiciones, el plan contempla un plazo de 72 horas para la liberación de todas las personas rehenes, tanto vivas y muertas. Asimismo, se establece la supervisión de socios regionales para asegurarse que Hamás y las demás facciones cumplan con lo pactado. La otra condición es que la creación del Estado palestino quedará postergada, conforme avance la reconstrucción y el programa de reformas del gobierno de transición.
En el plano militar, Trump propone una gaza libre de "terrorismo" y "desradicalizada" que no represente una "amenaza" para sus vecinos, un alto al fuego inmediato, la suspensión de las operaciones militares y la congelación de las líneas del frente; esto último con el objetivo de preparar la retirada completa y gradual de las fuerzas de Israel. De igual manera, se plantea la liberación de las personas encarceladas por Israel desde el 7 de octubre de 2023, una amnistía para las y los integrantes de Hamás que acepten deponer las armas, y salvoconductos para quienes deseen huir. Otros dos puntos cruciales: 1) la creación de la Fuerza Internacional de Estabilización, para supervisar la retirada de tropas israelíes, entrenar a la policía gazatí y supervisar la seguridad interna, 2 ) Israel no ocupará ni anexará Gaza.
Sobre el gobierno, se propone la creación de una Junta de Paz, presidida por Donald Trump y otros jefes de Estado, incluyendo a Tony Blair. Este gobierno gestionará la financiación y reurbanización de Gaza y emitirá un programa de reformas. También se establece la creación de un comité palestino "tecnocrático y apolítico", para manejar los servicios públicos y municipales, bajo la supervisión de la Junta de Paz. Hamás y otras facciones quedarán excluidas del gobierno. Además, se proyectan dos diálogos para la coexistencia pacífica entre Palestina e Israel, uno interreligioso y otro mediado por Estados Unidos.
En el tema económico se bosqueja la reurbanización de Gaza, la creación de un plan de desarrollo económico de Trump y la creación de una zona económica especial con tarifas preferenciales para atraer inversiones. Finalmente, en el plano de la ayuda humanitaria se determina el envío inmediato de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, la rehabilitación de la infraestructura de agua, electricidad y alcantarillado, rehabilitación de hospitales, panaderías y entrada del equipo necesario para retirar escombros y abrir carreteras. No obstante, la distribución corresponderá a organismos internacionales y sin interferencia de ambas partes. Asimismo, se reconoce que no se desplazará a ninguna persona gazarí, quienes deseen irse serán libres de hacerlo, pero se ofrecerán incentivos para quedarse y ser parte de la reconstrucción.
Desde un punto de vista diplomático e institucional, el plan de Trump tiene bases para un acuerdo, porque otorga concesiones a ambas partes. Y ese es quizá el punto más fuerte de esta estrategia diplomática, porque pone estructura a una serie de demandas que parecían difíciles de acercar. A Hamas le ofrece amnistía y salvoconductos para quienes deseen huir; a Israel que Hamas deponga las armas y Gaza sea una zona "libre de terrorismo y desradicalizada"; a la población israelí y palestina les presenta el intercambio de rehenes, tanto vivos y muertos; a la población gazatí les promete paz y la reconstrucción del país. Aunque habrá que ver quiénes se hacen cargo de la reconstrucción. También consagra que Israel se retire de Gaza; algo que ni siquiera debería ser una concesión, sino una condición, porque la ocupación nunca debió existir. Igualmente, se promete enviar ayuda humanitaria de inmediato. Algo que vale la pena celebrar para evitar que la población muera de hambre, no obstante, no podemos olvidar que Israel estuvo bloqueando esta ayuda, y un ejemplo claro fue el secuestro de la Flotilla Global Sumud.
En el comunicado de Hamás, el grupo reconoció el intercambio de personas prisioneras, aunque se condiciona a ciertas circunstancias de campo. También mencionaron la entrada inmediata de ayuda humanitaria, el rechazo a la ocupación de Gaza y que no desplacen al pueblo palestino de ese territorio. El resto de las propuestas han sido condicionadas. Por ejemplo, aceptan la creación de la autoridad tecnocrática para administrar Gaza, pero basada en un consenso nacional palestino y que tenga el respaldo del mundo árabe e islámico. (Continuará)
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