Educación: enseñar a pensar, un objetivo básico

Educación: enseñar a pensar, un objetivo básico

Un principal reto de los nuevos gobiernos en México es brindarles oportunidades a los jóvenes. De acuerdo a información oficial en el país viven más de 37 millones de ellos, entre 12 y 29 años.

Temas como el educativo, salud, seguridad social, vivienda, alimentación, así como espacios para su recreación, al no contar con ellos de manera profunda y cercana, se convierten en carencias y los hacen mirar horizontes oscuros, llanos, donde no encuentran un futuro alentador.

Me detengo en un aspecto de sumo interés: el educativo, pieza importante en una sinfonía que busca evitar los profundos rezagos que colocan a la persona en desventaja, donde el conocimiento se convierte en un punto clave en la competencia global.

Sin embargo, las políticas públicas educativas se quedaron atrasadas, cortas. A veces de nada sirve que al estudiante lo condecoren con diplomas, si en realidad no tiene en su mente el saber, una calidad que lo haga figurar en comparación con personas de otros países cuya capacitación es constante y de mejores resultados.

En números fríos el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), reportó que en el último año 1.1 millones de niños y jóvenes abandonaros la escuela, y de ellos fue el bachillerato con el mayor número (770 mil estudiantes).

El segundo grupo es la secundaria con 300 mil alumnos, y fueron 100 mil niños los que abandonaron la primaria.

Dos puntos por los que dejaron de estudiar los jóvenes fueron la necesidad de trabajar y los embarazos prematuros.

Por otra parte, en su libro “Puntos de Referencia” del maestro Enrique González Pedrero, en su artículo “Enseñar a pensar”, apunta sobre el tema educativo que no existe continuidad en las metas, sobre todo en las primarias cuyo objetivo debió ser enseñar a pensar.

González Pedrero indica que “sí, por ejemplo, la política que siguió Vasconcelos se hubiera continuado en sus líneas fundamentales hasta ahora, otro gallo nos cantaría. Pero como hemos adoptado el sistema métrico sexenal, cada presidente y, por supuesto, cada secretario de Educación quieren innovar, dejar su impronta, reinventar el mundo en su sexenio…”.

Para mala fortuna esa máxima se repite en otros rubros, los que representan la fortaleza de un país para que salga del subdesarrollo, y al no cumplirse, México queda alejado de pertenecer a un grupo potencial.

De acuerdo a la nueva “reforma educativa” este gobierno buscó visualizar a los jóvenes desde una perspectiva pedagógica, como sujetos de asumirse capaces en y desde otro espectro en ámbitos como el político, económico, histórico y cultural.

La pregunta es si realmente se cumple con la meta, cuando a la vista, de manera rápida se puede mencionar que se carece de una falta de profesores, e infraestructura, lo que impide de entrada al alumno llevar una educación, por así mencionarlo, de calidad.

Los gobiernos deben realizar su tarea: alentar a los jóvenes, proveerlos e incentivarlos para que se conviertan en pilares, pero como menciona el catedrático González Pedrero, lo que no se vale es reinventarse.

PARÉNTESIS

EL gobierno del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, realizará un censo con bases de datos y visitará casa por casa para conocer las necesidades de programas sociales de las familias mexicanas.