El gas licuado de petróleo, dudas razonables (I)
21/11/2025
El reto energético del Gas LP en México
En México, el consumo diario de Gas Licuado de Petróleo (GLP) es de aproximadamente 39 a 42 millones de litros. Del total consumido, el 70% se importa y únicamente el 30% es producido por Petróleos Mexicanos (PEMEX), empresa estatal. De las importaciones de GLP, alrededor del 65% se realiza por vía marítima, el 25% por transporte terrestre y el 10% mediante ductos.
Actualmente existen cuatro ductos para mover a este petrolífero en el país, y con una capacidad de 52 millones de litros. Los cuales dos son privados, siendo el de mayor importancia el del sistema nacional de GLP que pertenece a PEMEX con una capacidad de 38 millones de litros.
El almacenamiento de este combustible dispone actualmente de 34 permisos vigentes otorgados por la Comisión Nacional de Energía, los cuales se distribuyen en dieciséis estados de la República Mexicana. La capacidad total es de 960 millones de litros, lo que representa entre 20 y 22 días de abastecimiento según la demanda actual. Adicionalmente, se encuentran en construcción instalaciones con una capacidad adicional de 101 millones de litros, lo que permitirá contar con más de 25 días de almacenamiento.
La principal vía para que el gas licuado de petróleo (GLP) llegue al consumidor final son las plantas de distribución. Estas instalaciones, diseñadas para la recepción, almacenamiento y despacho del GLP, pueden ser de tipo fijo y cumplen la función de transferir el producto desde grandes depósitos a recipientes de menor capacidad, tales como cilindros portátiles, autotanques o tanques de uso doméstico. Actualmente existen aproximadamente 1,116 permisos distribuidos en todos los estados de la República, siendo el Estado de México la entidad con el mayor número de autorizaciones.
A partir de estas plantas surge la principal problemática del mercado, ya que el 80% del mercado de GLP depende de una logística eficiente para hacer llegar el producto al consumidor final. En este contexto, existe la figura de comercializadores, bodegas de expendio y auto-tanques, los cuales apoyan a las plantas de distribución en el traslado del combustible a zonas de difícil acceso o poco rentables desde el punto de vista logístico.
El sector doméstico representa el 80% del consumo total, siendo este segmento donde la logística de entrega presenta mayores desafíos debido a su complejidad y costos variables. Estos costos están determinados por factores como la ubicación y la distancia entre la planta de distribución y el cliente final.
De acuerdo con datos del INEGI y proyecciones correspondientes a 2018 y 2020, en la actualidad existen aproximadamente 39 millones de hogares en el país, de los cuales 33 millones utilizan gas LP. Asimismo, 35 millones cuentan con estufa, mientras que 4 millones carecen de este electrodoméstico.
Actualmente es necesario determinar si existe realmente un desabasto o si el inconveniente radica en la logística. Es fundamental resolver esta inquietud a la brevedad, ya que, a pesar de contar con suficiente almacenamiento de combustible, pudo haberse presentado una disminución en el volumen almacenado debido a una suspensión en el ducto del Sistema Nacional de GLP y al ducto de Altiplano como consecuencia de las inundaciones en Poza Rica. Cabe señalar que este último se origina en el Centro Procesador de Gas de Poza Rica, Veracruz, y se encuentra interconectado con el primer sistema. Esta situación podría haber generado un posible desabasto, pues la imposibilidad de enviar producto para almacenamiento —ante el consumo diario— probablemente condujo a la decisión de suspender temporalmente el envío de GLP, evitando así complicaciones logísticas y de almacenamiento.
Desde la perspectiva operativa, y considerando la seguridad e integridad del sistema, esta decisión fue adecuada.
La logística del gas licuado de petróleo (GLP) en México enfrenta desafíos significativos que requieren inversiones estratégicas en infraestructura, el fortalecimiento de la competencia, la implementación de controles de seguridad más rigurosos y una regulación eficiente. Del tema, si nos lo permite, continuamos en la siguiente entrega. (– Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)

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